La Champions volvió al Bernabéu tras meses de ausencia y lo hizo con un partido con mucho que decidir. La Roma visitaba el estadio del Real Madrid con el objetivo de dar la vuelta al 0-2 que los blancos consiguieron en el Olímpico de Roma.
Zidane le dio una oportunidad a Casemiro en el once titular y se decantó por James en vez de por Isco. Spaletti salió con todo: Perotti, Salah, El Shaarawy y Dzeko serían los encargados de buscar los goles que necesitaba la Roma para seguir su travesía en la Champions.
El Bernabéu se puso el traje de las noches grandes, esa atmósfera mágica que envuelve cada pase, cada entrada, cada gol. Llenazo absoluto para animar al equipo en la única competición en la que se pueden llevar una alegría los merengues.
Peligro por la banda de Marcelo
Con los 22 protagonistas sobre el tapete, rodó el balón estrellado de la Champions. En 90 minutos tendríamos el primer nombre que estaría en los cuartos de final. El Real Madrid comenzó teniendo el balón, llegando sobre todo por la banda de Marcelo.
También era la banda que más atacaba la Roma y por donde llegó el primer susto para los blancos. El Shaarawy colgó un balón peligrosísimo buscando la cabeza de Dzeko, pero Keylor salió con todo y atrapó el balón. Eso sí, se llevó por delante al delantero de la Roma y a Pepe, que se quedó dolorido sobre el césped.
Le tocaba responder a los blancos. Lo hicieron a través de la banda de Marcelo y precisamente fue el brasileño el que percutió por su banda izquierda para sacarse un zurdazo que se marchó al lateral de la red.
La tuvo Dzeko
A los pocos minutos, el Real Madrid se llevó el primer gran susto del partido. De una carrera imperial de Salah por la banda salió un centro raso con destino a El Shaarawy, pero el italiano de origen egipcio la dejó pasar, dejando a Dzeko totalmente solo.
El bosnio tuvo tiempo para pensar, colocarse y disparar sobre la portería de Keylor. En ese momento, el Bernabéu se paralizó, se produjo un silencio sepulcral, el miedo invadió a los merengues. Sin embargo, Dzeko la pegó muy mal con su pierna izquierda y tiró la pelota fuera del campo.
Estaba avisando la Roma, no iba a ser un paseo para el Real Madrid. Intentaba tener más el balón, calmar las contras del equipo italiano, pero con el paso de los minutos le iba dando más protagonismo. La Roma no tiraba a puerta, pero la sensación de peligro era prácticamente constante.
Modric, Keylor y poco más
Modric fue el que intentó algo diferente en el equipo blanco, tirando desde fuera del área con peligro y contemporizando como sólo él sabe. Pero la Roma seguía tirando unas contras de libro, pillando al Real Madrid totalmente partido. Tras una falta no pitada a Danilo, los blancos se llevaron el tercer aviso de los italianos.
Dzeko puso un balón medido a Salah, que se quedó mano a mano con Keylor Navas. El costarricense ocupó todo el espacio perfectamente y el jugador de la Roma mandó el balón al lateral de la red. Se inquietaba el Bernabéu, sonaron los primeros pitos al equipo, tenían el partido del Schalke del año pasado en mente.
Con media hora de partido jugada, Cristiano Ronaldo tuvo la oportunidad de sentenciar la eliminatoria. Recortó en el pico del área, se acomodó el balón a su pierna derecha y disparó sobre la portería de un Szczesny que sacó el balón como pudo. El reloj seguía contando los minutos, el Real Madrid estaba cada vez más cerca de los cuartos de final, pero las sensaciones no podían ser más descafeinadas.
Malas sensaciones del Real Madrid
Sin verticalidad, sin electricidad, no conseguían levantar a la grada. En los últimos minutos, el Madrid consiguió arrinconar a la Roma, aunque no conseguía materializar una ocasión clara. Bale era el que lideraba a los blancos, por lo menos parecía el más lúcido de los de arriba.
El partido se fue al descanso con todo por decidir. El Real Madrid mantenía la ventaja del partido de ida, pero por sensaciones la Roma era el ganador claro de la primera mitad. Spaletti introdujo un cambio para los siguientes 45 minutos: Vainqueur por Pjanic.
El guión se parecía bastante al expuesto en la primera parte, con dominio alternado entre ambos equipos. Eso sí, la Roma dio el enésimo aviso a los blancos y de nuevo a través de Salah. El extremo se quedó sólo ante Keylor Navas y con la pierna derecha falló otra ocasión clarísima para los italianos.
Cristiano dio la tranquilidad
Pero no se iba a quedar ahí el asunto. Florenzi finalizó una carrera por la banda derecha con un disparo que detuvo un imperial Keylor Navas, que fue el mejor del partido del Real Madrid. Sí, el Real Madrid lo pasó mal, fue en ocasiones hasta dominado por la Roma.
Había ocasiones sueltas de Modric, de Cristiano, pero nada concreto, nada que hiciese levantar a los aficionados de sus asientos. Eso sí, cuando peor estaban los blancos, llegó el ansiado gol que cerraba la eliminatoria.
Lucas Vázquez, que entró por Gareth Bale, pusó un centro medido a Cristiano Ronaldo que el portugués supo aprovechar para cerrar la eliminatoria. En esa definición le hizo una herida debajo del ojo derecho a Szczesny que le dejó con el rostro de un boxeador. Ahora sí, parecía que el partido estaba cerrado.
James cerró el partido
Pero estuvo todavía más cerrado en una contra muy bien dirigida por Cristiano Ronaldo. El portugués avanzó metros con su imponente galopada, abrió el balón a James y éste definió entre las piernas de Szczesny. Gol que le servirá al colombiano para coger confianza de cara a futuros compromisos.
El Real Madrid estaba desatado, la Roma se diluyó sobre el Bernabéu ante el delirio de la afición. El 3-0 estuvo a punto de llegar en una contra de libro iniciada por un pase tremendo de Marcelo que dejó a James sólo. El colombiano abrió a Lucas Vázquez, que encontró a Cristiano Ronaldo que, incomprensiblemente, fallo con todo a favor para meter gol.
Tras ese gol, el partido no tuvo mucha más historia. El equipo de Zinedine Zidane avanzaba a cuartos de final con dudas en su juego, pero no en su pegada. Ahora le viene la prueba de fuego, el cruce que dirimirá si tienen nivel para luchar por la Undécima.
