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LIGA JORNADA 8 | GETAFE 1-2 REAL MADRID
Cristiano Ronaldo da una trabajada victoria al Real Madrid contra el Getafe en el Coliseum
El Real Madrid sale del Coliseum con tres puntos más en su haber. Los blancos, en un encuentro que no pasará a la historia por su brillantez, derrotaron a un aguerrido Getafe gracias a los tantos de Benzema y de Cristiano. Los azulones, por medio de Jorge Molina, empataron con un gol que debió anularse por fuera de juego.
Sudó y mucho el Real Madrid ante el Getafe. No solo por el calor que hacía en el césped del Coliseum, sino por el tremendo esfuerzo que les exigió el cuadro de Bordalás para sacar los tres puntos. Los blancos, atascados en todo el partido, se llevaron el triunfo gracias a los tantos de Benzema y de Cristiano. Anteriormente, Jorge Molina puso el empate momentáneo en el luminoso.
Rotaciones. Esa fue la clave del Real Madrid de Zidane la temporada pasada, y esa está siendo la premisa del galo para esta. Que jueguen todos. Que todos participen. Que todos sientan que aportan. Así pues, en el Coliseum hubo cambios, muchos, con el once esperado de los blancos. Los compromisos internacionales llevaron a los Isco, Modric, Varane y Casemiro lejos del verde, y a los Llorente, Asensio, Lucas Vázquez y Nacho a la titularidad.
Comenzó bien el cuadro madridista, con un 4-4-2 en el que Benzema hacía las veces de enganche para Cristiano Ronaldo, de '9' pero con libertad relativa de acción por el frente de ataque. El Getafe, ordenado atrás, sabía que convertir su zona defensiva en un muro le podría permitir opciones a la contra. Con un fútbol directo, a veces demasiado, los de Bordalás buscaban coger desprevenido a un rival que tenía controlado el partido.
Pero que se veía atascado. Que no hallaba las formas de crear peligro ante Guaita salvo en acciones aisladas, como un disparo de Cristiano que repelió de manera perfecta el arquero getafense. El paso de los minutos no hizo más que acrecentar esa sensación, una en la que parecía faltar algo de magia, de improvisación y de velocidad. Pero el Real Madrid es el Real Madrid.
Es un equipo grande, y como todo equipo grande, cuando tiene la opción de hacer daño te lo hace. Y mucho. Fue por una desafortunada acción del Getafe, con un mal despeje hacia atrás que Cala no pudo llegar a tapar. Benzema, veloz, se hizo con la pelota, esquivó al zaguero y, con maestría, definió con tiro cruzado ante Guaita.
No había encontrado esa fluidez en el juego antes del gol el Real Madrid. Y tampoco la encontró después. El descanso, lejos de servir para aclarar las ideas y para apuntalar los puntos débiles, sirvió para lo contrario. El cuadro de Zidane entró frío, sin mordiente y sin velocidad. El Getafe se dio cuenta de ello, se fue estirando y, en una jugada confusa, empataron el partido con un tanto que debió ser anulado por fuera de juego de Jorge Molina.
Entraron Isco, Theo y Mayoral, pero la respuesta a los males del Real Madrid estaba en el campo. La respuesta que, junto con las rotaciones, es la fórmula del éxito de Zidane. Se trata de Cristiano Ronaldo, que estaba a cero hasta la visita al Coliseum. La ausencia de goles preocupa, pero el luso ya se ha quitado las cadenas de no haberse estrenado en Liga.
El 7, como buen 'killer', se movió perfecto en un desmarque que vio bien Isco para quedarse prácticamente solo ante Guaita. El cuero, botando, fue un regalo que Cristiano empaló de empeine para batir al arquero azulón en el 85' y hacer que el banquillo blanco se levantase para celebrar la diana.
Una diana que equivale a tres puntos. Tres puntos vitales, y necesarios si el Real Madrid quiere reeditar título de Liga. Victoria trabajada, sin brillantez pero trabajada, de un equipo, el de Zidane, que regaló a su entrenador el triunfo en su centenario como técnico blanco.
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