Mundial femenino de Fútbol (1-0)
España se proclama campeona del mundo ante Inglaterra tras un histórico gol de Olga Carmona
La jugadora madridista alza a la Selección a lo más alto tras un golazo en el minuto 29. España dominó la final tras una actuación sobresaliente, madura y sólida. Al tercer Mundial llegó la estrella para la categoría femenina.
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Tan solo tres Mundiales ha necesitado la Selección Femenina para alzarse con el trofeo de selecciones más importantes del mundo. Un tanto de Olga Carmona en el minuto 29' fue suficiente para tumbar a una Inglaterra que nunca se acercó al nivel de España. Hasta hoy, Alemania era el único país campeón del mundo en categoría masculina y femenina. La Roja se une a esta exclusiva lista.
España dominó de cabo a rabo
La intensidad y un ritmo incansable físicamente por parte de ambas finalistas marcaron los primeros compases de una final que comenzó igualada. Presión alta por parte de España e Inglaterra, las de Jorge Vilda se imponían en la posesión pero las inglesas, cómodas en el repliegue fueron un dolor de cabeza a la contra.
Asustó primero Inglaterra pero no tardó en responder La Roja
La primera clara de la final del Mundial fue para las británicas, Daly se estrelló contra el larguero y perdonó el gol en la única que tuvo Inglaterra en los primeros 45 minutos. La reacción de la Roja no se hizo esperar, en la jugada posterior Alba Redondo falló un gol casi cantado tras un pase de la muerte con el que no pudo conectar previamente y en boca de gol Salma Paralluelo. Siguió apretando la Selección y a medida que pasaban los minutos fue embotellando a Inglaterra. El esperado gol llegó tras una pérdida británica en el centro del campo provocada por la intensa y asfixiante presión de las de Vilda.
Robó España y Olga Carmona, jugadora del Real Madrid, sorprendió a su marcaje en velocidad, dobló a Caldentey y se plantó en el área para cruzar el balón al palo largo con un zurdazo que levantó a todo un país. Empezaba golpeando España, y qué mal le sentó el tanto a las inglesas... jarro de agua fría para las de Wiegman, que se salvaron del segundo en la última jugada de la primera mitad tras un disparo al palo de Salma. Pedían a gritos el descanso.
El plan de partido inglés no se sostenía y como era de esperar cambió en la segunda mitad: doble cambio, Lauren James (3 goles) al césped y nueva formación (4-3-3). Tuvo más balón y más protagonismo pero no fue capaz de penetrar en la defensa española, ordenada, intensa y férrea durante toda la final.
Jenni falló un penalti que terminó quedando en anécdota
No solo no llegó el gol inglés sino que España pudo sentenciar en el 70' desde el punto de penalti. Jenni Hermoso se encargó de lanzarlo y fallarlo tras una buena estirada de Earps, pena máxima que debió ser repetida después de que la guardameta se adelantara antes del impacto de la española. Inglaterra, bastante desaparecida en la final, hizo retroceder a la Roja más por ímpetu e inercia que por fútbol, algún centro peligroso que se paseó por el área pero nunca o casi nunca corrió peligro la victoria española. El orden y la solidez española se impusieron en los minutos finales para llevar al país a lo más alto 13 años después.
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