Un Villarreal sin brújula y con la pólvora mojada arañó un empate (0-0) en Viena ante un Rapid que superó por simple fe a los castellonenses en la cuarta jornada de la Liga Europa. El equipo español, muy irregular, se dejó dos puntos en Viena al fallar Gerard Moreno una oportunidad a puerta vacía en los últimos segundos del encuentro.
Ese fue el más grave, pero no el único, fallo del Villarreal en un partido en el que el Rapid de Viena salió con intensidad y agresividad, con la intención de ofrecer ante su público una cara muy distinta al 5-0 encajado en España hace dos semanas. Los verdiblancos controlaron esos primeros minutos, especialmente percutiendo por el lado izquierdo, pero sin que eso se tradujera en un peligro real para la meta de Andrés Fernández.
Ambos equipos poblaron el centro del campo, donde Santi Cazorla aportó criterio y sentido en los primeros balones que tocaba. Tal como había anunciado Javi Calleja, el Villarreal presentó un equipo con muchas caras nuevas, sin Pablo Fornals y con Nicola Sansone y Gerard Moreno en la delantera.
Los austríacos trataron de evitar la candidez que les costó la goleada en la ida y mostraron una mayor solidez alentados por su público. Sin embargo, con el paso de los minutos el Villarreal fue imponiendo su juego y precisamente una apertura diagonal de Cazorla acabó en el minuto 15 con un tiro de Alfonso Pedraza que salió por encima de la portería de Richard Strebinger.
Apenas un minuto después, un tiro desde la frontal del área de Santiago Cáseres permitió al meta austríaco lucirse con una parada a un balón raso ajustado al palo derecho. Strebinger fue un cerrojo para los austríacos y una pesadilla para el Villarreal. En el minuto 20, Sansone falló en un mano a mano con Strebinger tras quedarse solo en el área. Y minutos después el guardameta austríaco hizo otro paradón a otra jugada por la izquierda y a otro disparo de Sansone.
El gol del Villarreal parecía a punto de caer. Pero no llegó. Por el contrario, una primera oportunidad clara de los austríacos en el minuto 32, con un remate de Veton Berisha tras un error de la zaga amarilla, levantó los ánimos locales. A partir de ahí los austríacos volvieron poco a poco a tomar el mando del partido, con más voluntad que fútbol, ante un Villarreal que perdió la brújula.
Los castellonense mostraron su irregular cara esta temporada: momentos de buen juego con otros de desconexión absoluta y, pese a crear oportunidades, no terminar de concretarlas. El Rapid salió más convencido en la segunda mitad frente a un Villarreal blando y sin ideas, y en los primeros minutos tuvo varias claras oportunidades. Tras un saque rápido de una falta a la que no reaccionó la defensa del Villarreal, un remate dentro del área de Andrija Pavlovic salió lamiendo el poste derecho de Fernández.
Pocos minutos después, en otro error de la defensa amarilla, Pavlovic volvió a jugarse un mano a mano con Fernández, que evitó el primer gol de los austríacos. Minutos después Berisha volvió a tener una oportunidad con una volea junto a la portería que atajó un defensa del Villarreal. El equipo amarillo estaba sin pulso y sin ideas para darle la vuelta a la situación. La entrada de Karl Toko Ekambi no cambio el sentido del partido, en el que el Villarreal mostraba una gran inseguridad defensiva.
Los últimos 20 minutos fueron de ida y vuelta, verticales y rápidos, con el Villarreal tratando de crear oportunidades pero dejando mucho espacio para las contras del Rapid. Tanto el Rapid como el Villarreal tuvieron oportunidades en ese tramo, pero ninguno logró romper un empate debido a las buenas actuaciones de Fernández y Strebinger.