El Sevilla empató 2-2 con el Slavia de Praga en la ida de octavos de la Liga Europa, queda en desventaja en la eliminatoria, por el valor doble de los goles fuera, y se jugará el pase la próxima semana en la capital checa después de un partido en el que mejoró su imagen, aunque fue despedido con pitos.
Los goles llegaron en un primer tiempo lleno de despropósitos en defensa por parte de ambos, al marcar a los 25 segundos el francés Wissam Ben Yedder, empatar en el 25 Miroslav Stoch, adelantar de nuevo Munir al Sevilla tres minutos después e igualar Alex Kral poco antes del descanso, lo que dio paso a una segunda mitad en la que el equipo español no convirtió ninguna de sus numerosas ocasiones.
Se medían un Sevilla obligado a aprovechar el torneo que más gloria le ha dado como catapulta para zanjar su crisis en Liga -un solo triunfo en los últimos diez choques- y un Slavia con bastante menos potencial a priori, más inexperto, pero lanzado como líder de su liga para su estreno en unos octavos de la actual Liga Europa.
Consciente de que debía buscar un revulsivo en un duelo crucial, el técnico sevillista, Pablo Machín, hizo cambios con la entrada del austriaco Max Wöber de lateral zurdo, el medio croata Marko Rog y Munir El Haddadi arriba junto a Ben Yedder. La gran novedad en los checos fue Lukas Masopust como punta, en lugar de Milan Skoda.
El Sevilla, que ya ganó dos veces al Slavia en la 'Champions' 2007-08, salió con mucha intensidad y muy pronto obtuvo su premio, pues a los 25 segundos Ben Yedder marcó el 1-0, su gol número 23 de la temporada, tras un pase al área del argentino Éver Banega después de robar el balón en la primera salida del rival.
El equipo español quiso hacerse con el control y tuvo otra buena opción al cuarto de hora en otro remate del galo en un saque de esquina ensayado que despejó la zaga checa, pero luego sesteó más de la cuenta y esto propició que el Slavia diera un paso adelante y recogiera su recompensa a los 25 minutos al lograr el 1-1.
Fue obra del eslovaco Miroslav Stoch, su máximo goleador con 11 tantos en liga, con un tiro desde fuera del área que rebotó en Banega y descolocó al meta Tomás Vaclík. El Sevilla volvió a apretar y, tres minutos después, se adelantó de nuevo con un golazo de Munir El Haddadi, que estrenó su cuenta como sevillista al enganchar con la zurda otro córner ensayado.
Sin embargo, los praguenses, con un fútbol directo, muy físico y de mucha presión para atascar a su rival, reaccionaron e igualaron con cierta fortuna a seis del descanso, pues Alex Kral remató con el hombro un saque de esquina y sorprendió a su compatriota Vaclík, que, además, se lesionó en la jugada y fue sustituido por Soriano.
En la reanudación, el Sevilla, en el que entró el medio Roque Mesa por Wöber para que Sarabia pasara al carril izquierdo, salió a por todas ante un correoso, potente físicamente y bien plantado Slavia, que presionó mucho y tampoco renunció al ataque, y prueba de ello fue que refrescó su delantera con Olayinka y Skoda. El conjunto andaluz se lanzó hacia adelante y apretó lo indecible.
Y es que no le quedaba otra, tenía que ir al menos a por un gol al verse en desventaja en la eliminatoria por el valor doble de los tantos fuera de casa. Así, los sevillistas, en los que más tarde el holandés Quincy Promes relevó a un cansado Banega, generaron multitud de ocasiones de gol, pero les faltó pegada, ya que en el primer cuarto de hora no no atinaron ante el acertado meta checo ni Sarabia, al despejar el portero, ni Ben Yedder, a quien de nuevo se anticipó Ondrej Kolar, ni Munir.
Los pupilos de Pablo Machín siguieron buscando el gol, pero unas veces de forma atropellada y otras sin acierto, como en dos claras oportunidades de Munir, sobre todo al cabecear ligeramente un balón cuando estaba solo ante el meta a los 70 minutos. El Sevilla lo intentó hasta el final, como en otra opción de Ben Yedder en el 77 en un mano a mano con el portero, que logró quedarse con el balón, pero su esfuerzo y sus ataques no encontraron el premio deseado y, con el 2-2 final, se la jugará en Praga.