El Valencia, en un partido en el que fue de menos a más, aprovechó los casi setenta minutos de superioridad numérica de que dispuso para ganar al Celtic y ratificar la clasificación para los octavos de final de la Liga Europa.
El Valencia fue mejor en el conjunto de ambos partidos, pero más en Glasgow, donde se impuso por 0-2, que en Mestalla, donde hasta que Toljan vio la segunda amarilla, se jugó al ritmo que impuso su rival.
Por ello, en la primera mitad fue mejor, pero a partir de la expulsión, el Valencia se adueñó del balón, dinámica que se mantuvo tras el descanso, aunque sin que los locales encontraran facilidades para superar la muralla defensiva del Celtic.
Tal y como se esperaba, el tramo inicial del encuentro estuvo marcado por el fútbol ofensivo del Celtic, que trataba de acercarse a la meta de Neto con velocidad, aunque sin excesiva precisión.
Enfrente, el equipo de Marcelino García Toral quería un partido con menos ritmo y posesiones largas, pero sus jugadores no estaban finos, sobre todo en el pase y, además, en el minuto 20 se lesionó Garay y Coquelin tuvo que salir para jugar de improvisado central.
El Celtic manejaba mejor el encuentro que el Valencia. Los locales no conseguían arrebatar el balón a su rival y cuando lo hacían, la pelota les duraba muy poco. En el minuto 37 se produjo la expulsión de Toljan por doble amonestación y el equipo escocés, que había iniciado el encuentro con tres centrales, pasó a jugar con defensa de cuatro.
Tras la expulsión, el partido cambió y en los pocos minutos que faltaban para el descanso, el Valencia dispuso de tres buenas opciones de gol, algo que no había ocurrido hasta entonces, y el Celtic ya no se pudo acercar a la meta de Neto hasta el ecuador del choque.
La segunda parte empezó con una fase de dominio intenso del Valencia, que se mostró profundo por ambas bandas ante un rival que en inferioridad numérica tenía muchos problemas para salir de su parcela.
Pese a que el Valencia mejoró con las nuevas circunstancias del choque, sus jugadores se mostraban espesos y e imprecisos ante la meta de Beins, mientras que Ajer, en un balón parado que remató mal de cabeza, tuvo la mejor oportunidad para su equipo hasta entonces (m.63).
Un gran pase de Parejo a Wass propició un pase a Gameiro, que hizo el 1-0 casi en el primer balón que tocó y que, prácticamente, cerró la eliminatoria.
Tras el gol, la insistencia del Valencia decreció, el juego se niveló y el equipo de Marcelino pasó a tratar de controlar el partido y buscar el segundo gol con espacios y al contragolpe.
La entrada de Kang In Lee animó los minutos finales del encuentro, pero las pocas opciones en ataque del Valencia en el tramo final del choque no fueron lo suficientemente claras como para que el marcador se ampliara.