España pierde por penaltis la final de la Eurocopa sub 17 ante Portugal

Portugal conquistó la Eurocopa sub 17 de Azerbaiyán tras empatar 1-1 ante España e imponerse en la posterior tanda de penaltis por 5-4. Los lusos se llevaron el trofeo ante una selección de Santi Denia que dio la cara en todo momento, que supo reaccionar al tanto inicial de Dalot pero que hincó la rodilla cuando Manu Morlanes falló su pena máxima.

El cuadro luso llevó el mando en los primeros compases de final. Los lusos plantearon un duelo rápido su velocidad de juego, junto con un buen planteamiento posicional y con intensidad, noqueó a los españoles durante los minutos iniciales de envite. A pesar de que poco a poco los de Santi Denia se estiraban, fue Quina el que tuvo la primera y gran ocasión del envite con un potente remate desde dentro del área que se marchó al larguero.

Sería el aviso final que darían los portugueses. Su siguiente remate iría dentro, con un buen centro desde la banda izquierda y un Gomes que tocó lo justo el cuero con su pecho para que quedara franco hacia Dalot. El portugués, con un tiro seco, batió a un Iñaki Peña que a pesar de que tocó el balón poco pudo hacer para despejarlo fuera de sus redes. Sin embargo, eso fue incluso positivo para los españoles, pues fue el despertador que desató el fútbol ofensivo de los en la final vestidos de blanco.

El cuadro de Santi Denia se estiró y se hizo con la bola. Con juego por banda y con dos puñales como Mboula y Brahim Díaz, España empezó a inquietar el arco de Diogo Costa hasta tal punto que el empate era cuestión de tiempo. Fue gracias a Brahim Díaz, con un remate de cabeza que aunque lograron sacar bajo palos los lusos lo hicieron cuando ya había sobrepasado la línea de gol. Uno a uno en el luminoso y España que terminó siendo superior a Portugal al final del primer acto.

Se mantendría al inicio del segundo, con Portugal cediendo terreno y con los mismos dos puñales españoles como Brahim Díaz, que se marcó un jugadón propio de los mejores extremos de la Liga, como Mboula, que provocó varios dolores de cabeza a los zagueros de Portugal. Sin embargo, el crono iba hacia adelante, avanzando hasta el minuto 80, y no sólo no llegaba el 1-2 sino que Portugal se rehizo para comenzar a acosar a Iñaki Peña.

No se movió el luminoso en los 80 minutos reglamentarios y fue la tanda de penaltis la que decidió el campeón. Tocaba que la diosa Fortuna dictara sentencia y esta vez decidió aliarse con los portugueses. Manu Morlanes envió su tiro fuera de las redes cuando se disponía a empatar a cinco y el título europeo de Azerbaiyán se fue a Portugal, que tuvo un cien por cien de acierto desde los once metros.