Quién le iba a decir al Atlético que escasos 15 días después de la fiesta en Tallin estaría como está ahora. Y eso que los del Cholo nunca han sido muy amigos del mes de agosto. Los rojiblancos, tras conquistar la Supercopa de Europa ante el Real Madrid están protagonizando el peor arranque de Liga de la era Simeone, con noticias más malas que buenas y con sensaciones bastante negativas en cuanto a juego.
Los cuatro puntos sumados en tres jornadas son incluso lo menos preocupante de todo cuanto tienen que pensar en el Atlético. Y es que aun con una victoria en su haber, la del Rayo, y habiendo visitado dos canchas complicadas como Valencia y Vigo, los rojiblancos no dan con el fútbol, con el juego y con todo lo que conlleva una inversión tan grande como la realizada este verano.
Primero porque en ataque no están finos. Ni en la creación ofensiva ni en cuanto a la aportación de los delanteros. No solo en cuanto a goles, sino también en cuanto a remates a portería. Ante el Celta, los jugadores del Atlético no realizaron ni un solo disparo entre palos en los 90 minutos de partido. Teniendo a futbolistas como Griezmann, uno de los mejor pagados del mundo, Diego Costa, Kalinic, Correa (que actúa en banda y no en una posición más centrada) y de Lemar, fichaje más caro del club, no está siendo la esperada.
Precisamente el ex del Mónaco no fue titular en la debacle de Balaídos. Ni él ni ninguno de los otros fichajes realizados este verano por el Atlético. Rodrigo no dispuso de minuto alguno, al igual que Gelson. Kalinic y Lemar salieron con 2-0. Y Arias, aún con la lesión de Juanfran, comenzó en el banquillo.
salió en la segunda parte, y por Giménez. Decisión extraña sabiendo que Savic tenía una amarilla. El montenegrino se fue a la calle tras una mano a escasos minutos de la sustitución, dejando claro que o no está en su mejor momento o es la pieza más frágil de la zaga rojiblanca. Lento, mal en el juego aéreo tanto en ataque como en defensa. La elección de Simeone por apostar por él en vez de por Giménez es cada vez más cuestionada.
Y es que la defensa, que tan buenas noticias ha dado a este Atlético, no está siendo tan férrea como en anteriores ejercicios. Godín falló ante el Valencia y se escurrió en el tanto de Maxi contra el Celta. Filipe, tras su fallida marcha al PSG, sigue buscando su mejor momento tras el Mundial y el verano. Lucas se mantiene a la espera, y Arias está pasando por el particular 'método Simeone' de que los nuevos tienen que tener paciencia.
Claro está, el juego exhibido por el equipo es el motivo de mayor preocupación. El mediocampo no genera prácticamente nada, con Koke en muy baja forma y con todos queriendo mover el balón con una velocidad excesiva. Imprecisión y barullo en la zona de creación, mucho balón dividido y poco dominio de partido. Ante el Rayo, su única victoria de LaLiga, estuvieron diez minutos a merced de los vallecanos. Los diez del final, cuando el físico ya fallaba.
Así pues, mucho en que pensar en el Atlético en un parón de selecciones que sin duda les va a venir bien. No obstante, la posible preocupación del aficionado rojiblanco es la misma de cada comienzo de curso. Mal arranque y reacción, así han sido las últimas dos temporadas. Y es que hace dos años, tras sumar 2 puntos en el primer parón, llegaron como líderes en el segundo. Y hace un curso pelearon LaLiga al Barcelona... Eso sí, hay que juntar las piezas, unas de una calidad nunca vista en la era Simeone.