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EUROPA LEAGUE | GENK 2 - 0 ATHLETIC DE BILBAO
El Athletic se complica la vida tras perder contra el Genk
El Genk belga se ha impuesto al Athletic de Bilbao por 2-0 gracias a los goles de Brabec y Ndidi. El conjunto vasco no consiguió hacer un juego fluido y las ocasiones brillaron por su ausencia, cosechando un resultado que le complica las cosas en su grupo.
Una derrota que deja al Athletic en la última posición del grupo F, hipotecado por los próximos encuentros y obligado a no fallar si quiere seguir con vida en una competición que albergaba muchas esperanzas esta temporada.
Los visitantes demostraron desde el comienzo que su intención era abrir la lata cuanto antes. Comenzaron con un juego vertical, buscando a los tres de arriba, Iñaki Williams, Iker Muniain y Aritz Aduriz. Por su parte, el conjunto belga no se puso nervioso y no acusó a su presumible menor calidad e intentó llevar la batuta dominando el esférico.
La primera ocasión clara del encuentro la tuvo Aduriz, que tras un gran pase en largo de Ander Iturraspe bajó el balón con un gran control, pese a que estaba rodeado de un defensor belga, e intentó el gol que tantas veces ha hecho, de vaselina. Se marchó por muy poco y el vasco se quedó con la miel en los labios.
Los de Valverde no cambiaron su estilo y siguieron buscando los espacios con transiciones rápidas por las bandas. Fue así como llegó la ocasión más clara del Athletic en la primera mitad. Williams recibió un gran pase entre dos defensas y se la dejó a Aduriz tan sólo para empujarla. Stefan Johannesson anuló la acción por fuera de juego del ariete donostiarra.
El internacional español lo siguió intentando y batalló de todas las maneras posibles contra los centrales del Genk. Pero fueron Andrés Pozuelo y Tino-Sven Susic quienes revolucionaron el partido. Todas las jugadas de peligro pasaron por las botas del andaluz, que acompañado del bosnio, trajeron de cabeza al medio centro rojiblanco, incapaz de pararlos en su avance hacia la meta defendida por Iago Herrerín.
Los de Peter Maes siguieron a lo suyo, dominando el esférico y esperando cualquier error del Athletic. Los de Enersto Valverde, por su parte, se mostraron erráticos en defensa y en varias ocasiones tuvieron problemas para despejar el esférico de su área, algo que les costó el primer gol en contra.
De este modo, a falta de cinco minutos para que el colegiado pitara el final del primer período y tras varias jugadas en las que falló la zaga rojiblanca, Herrerín logró una gran parada, pero con la mala fortuna que el balón quedó muerto en el área. Jakub Brabez cazó el rebote y empujó la bola hasta el fondo de la red.
No hubo tiempo para más durante los primeros 45 minutos. En esta primera parte, los locales demostraron que se hacen fuertes en el KRC Genk Arena y dejaron claro que pese a que la liga de la que provienen es de menor nivel que la española, no se lo pondrían nada fácil al equipo bilbaíno para puntuar en su feudo.
Tras el paso por vestuarios, pareció que nada había cambiado. Los locales, empujados por una afición que disfrutaba de la victoria por la mínima, siguieron apretando al Athletic Club, que adelantó las líneas y lo intentó todo sin éxito para amenazar la meta de Bizot.
Pozuelo, el hombre líder del Genk
Por el contrario, mientras más incómodo se mostró el conjunto español, el Genk, liderado por el andaluz Andrés Pozuelo, que además heredó el brazalete tras la retirada del campo de Buffel por lesión, se mostró en su salsa y poco a poco se fue haciendo dueño del partido.
La tuvo otra vez el conjunto belga para poner el 2-0 en el luminoso. Pozuelo conectó un gran disparo ajustado al palo derecho que hizo que Herrerín tuviera que lucirse con una mano abajo para que los de Peter Maes no aumentaran su renta.
Por el contrario, no fue hasta la media hora del segundo tiempo cuando el Athletic tuvo la opción de empatar el encuentro de la mano de Mikel San José, que finalmente quedó en nada tras que este mandara el balón muy justo al palo izquierdo de Bizot.
No tardaron mucho los belgas en sentenciar el encuentro. Ndidi se convirtió en el más listo de la clase y cazó un rebote en el borde del área, luego con el exterior puso el balón donde no pudo llegar el meta del Athletic.
Así, el Athletic Club se marchó de Bélgica sin haber jugado prácticamente a nada y terminando el partido con diez jugadores, tras la retirada de Yeary Alvarez por lesión, en un partido en el que Valverde, exceptuando la ausencia del lesionado Beñat Etxebarria, alineó a su presumible 'once' de gala.
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