El Atlético se lleva los tres puntos ante el Getafe en un partido soso

Premonitoria era la imagen de un par de niños dormidos en el Coliseum antes de que comenzara el partido entre el Getafe y el Atlético. Premonitorio de lo que iba a suceder sobre el césped, y a buen seguro premonitorio también de lo que harían otros tantos aficionados que empezaran a ver el duelo y que terminaran cediendo ante el poder de morfeo. El encuentro que todo entrenador desea terminó con victoria rojiblanca por 0-1 y con tres puntos en el saco de un equipo que sigue presionando al Barça en la lucha por el liderato.

A buen seguro alguno no vio ni tan siquiera el gol de los de Simeone. Y es que se puede decir que este es uno de esos partidos que empiezan ya cuesta abajo para unos y cuesta arriba para otros. Apenas se había cumplido el primer minuto de juego cuando una gran acción del Atlético por la izquierda culminó con Fernando Torres haciendo su diana 101 como rojiblanco para igualar el registro del Kun Agüero y para que el Atleti viera despejado el camino.

Desde ahí, casi nada. Y el casi es siendo generoso. El Getafe tan solo probó a Oblak una vez en toda la primera mitad con un tiro que se iba fuera y el Atlético apenas se acercó a las inmediaciones de Guaita. Únicamente en un buen pase de Gabi que cogió desprevenida a la zaga azulona se pudo celebrar un 0-2. Pero no, Torres se equivocó. El bote le despistó, se apresuró a disparar y su tiro se fue demasiado desviado.

Carrasco, lesionado

Y nada más. Los dos equpos estaban colocados de perfecta forma y apenas dejaban medio metro al rival en cuanto se acercaban mínimamente al área. Estrategia pura, pocos remates y unas escasas combinaciones al primer toque del Atlético, y alguna relativamente peligrosa del Getafe, daban motivos al escaso público que estaba en el Coliseum de levantarse y aplaudir. Lo peor es que la segunda parte no fue mejor.

De hecho fue peor. Lo fue porque conforme fue avanzando el crono el Atlético se echó más hacia atrás. Y además Carrasco se retiró lesionado con evidentes muestras de dolor, con lo que la verticalidad del belga se perdió. Además, desde el banquillo se transmitió la idea de 'todos hacia atrás' con la salida del césped de Torres para la entrada de Kranevitter. Griezmann, solo arriba, apenas tocó un balón.

Le bastó al Atlético con estar ordenado en defensa para evitar cualquier tipo de acción peligrosa de un Getafe inoperante que no remató ni una vez a portería. Oblak, salvo por la intervención de la primera parte, fue un espectador más. Tan falto de tensión estaba el Atlético de mediocampo para arriba que Correa y Saúl malograron una ocasión perfecta para hacer el 0-2 cuando el argentino y el español estaban solos, los dos, frente a Guaita.

Al Atleti le basta con Torres y su defensa

No hizo falta un 0-2 para los intereses del Atlético. Los de Simeone se mantuvieron firmes atrás para evitar cualquier susto y Torres volvió a ser decisivo y fundamental con un gol para su equipo. El de Fuenlabrada, con su gol en el primer minuto, bastó para dar tres puntos a un combinado rojiblanco que sigue teniendo al Barça en el punto de mira. La mala noticia, la lesión de Carrasco.