Un gol de Benzema en la prórroga clasifica a semis al Madrid y evita otra noche trágica en el Bernabéu

El Real Madrid ha conseguido la clasificación para las semifinales de la Champions League a la heroica. Sin embargo, este partido en el que los blancos volvieron a tener que llamar a la épica no se pareció en nada al del PSG. El Real Madrid más bien se pareció al de la debacle contra el Barça y la tragedia pudo ser de proporciones mayores. Rodrygo en el 80 y Benzema en el 96 lo evitaron.

El Chelsea, alejado de supersticiones, se vistió de amarillo y de ese color se puso el partido bien pronto. Tras unos tanteos, el equipo 'blue' se volcó para buscar un gol temprano que le diera opciones de firmar la remontada de una eliminatoria que traía de la ida un resultado malo para ellos.

Al Real Madrid no le salió nada: dejaba espacio, cedía balones y no se entendía en ataque. Si en la ida el equipo fue un bloque con perfecta armonía en defensa y ataque, los cambios de Tuchel en el once anularon a los blancos. Especialmente el papel de Valverde y por las bandas. Ese primer gol del Chelsea lo anotó Mount que aprovechó un despiste de los dos centrales para golpear un balón que le quedó franco con dureza.

Los blancos se fueron al descanso perdiendo 0-1 y tenían muchas cosas que mejorar. Pero los jugadores salieron igual y en los primeros minutos de la segunda mitad el Chelsea puso el 0-2 gracias a un remate de cabeza de Rüdiger. La debacle parecía planear cuando pasado el minuto 60 Marcos Alonso puso el 0-3. El español chutó y despejó Carvajal, en el rechace volvió a golpear y marcó, pero el VAR revisó y lo anuló porque la jugada le había dado en la mano.

Entendió el videoarbitraje que esa mano acomodaba el balón y no era natural. Minutos después, llegó la verdadera tragedia. Werner marcó un gol impecable tras recibir un pase filtrado y dejó tumbado a Carvajal. Envolvió el balón y la mandó al fondo de la red.

Resurrección del Real Madrid

Cuando todo estaba perdido, el Bernabéu sacó la magia de las grandes noches. El Real Madrid tiró de orgullo. Modric realizó un pase perfecto con el exterior que cazó Rodrygo para golpearla con fuerza. El Madrid forzaba la prórroga. Y en ella, un cabezazo de Benzema resucitó al equipo. Los cambios, valientes por parte de Ancelotti, también cambiaron el curso del encuentro.

Aguantaron después los blancos algunas embestidas más del Chelsea, pero ahí lo dejaron todo en defensa. Pitó el árbitro el final y la imagen fue la de un Benzema al borde de las lágrimas. A pesar de la derrota dulce por la clasificación, al Real Madrid le toca analizar ahora muchos detalles. El discurso pesimista de Tuchel en la última semana no se trasladó al césped, pero el Madrid resucitó ya espera a City o Atleti en la próxima ronda.

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