El Schalke 04 sumó tres puntos en Moscú al ganar por 0-1 al Lokomotiv en un partido igualado, con muy pocas ocasiones de gol, que el equipo alemán resolvió con una buena dosis de suerte. Todo apuntaba a tablas en un encuentro más bien aburrido, jugado bajo una intensa y fría lluvia típica para el octubre moscovita, pero un córner botado en el minuto 88 por Konoplyanka acabó en la cabeza de McKennie, que no falló y puso en el marcador el único tanto del partido.
El Shalke acabó la segunda jornada del Grupo D de la Liga de Campeones con cuatro puntos, lo que le otorga buenas posibilidades de clasificarse, mientras que el Lokomotiv, con 2 puntos tras dos jornadas, ve cómo se complica su futuro.
El Lokomotiv salió decidido a jugar al ataque, necesitado de puntos para optar a la clasificación tras sufrir una abultada derrota en la primera jornada ante el Galatasaray. Sin embargo, los alemanes se mostraron seguros en defensa, tranquilos ante el empuje inicial del equipo moscovita, que enseguida se vio forzado a frenar su ímpetu.
El Schalke llevó el partido al centro del campo, pero los rusos tuvieron una buena ocasión para adelantarse en el marcador transcurrida la mitad del primer tiempo. Barinov controló el balón frente a la portería tras un rechace de Sané y disparó con fuerza, obligando a intervenir al guardameta del conjunto alemán, que paró el esférico en un salto, en la que resultó ser a la postre la mejor jugada de la primera parte.
El Lokomotiv se hizo con el dominio de la pelota y aún llegó en varias ocasiones con peligro a la portería de Fährmann antes del descanso, pero la defensa de los teutones se mantuvo firme y frustró la presión que ejercida por los rusos en los últimos compases de la primera parte. El Lokomotiv se fue al descanso dejando una buena impresión, aunque el único disparo entre los tres palos de toda la primera parte fue el de Bárinov.
La segunda parte empezó prácticamente igual que la primera, pero poco a poco la escuadra alemana se hizo con la iniciativa para presionar una y otra vez a los rusos, eso sí, sin apenas crear ocasiones.
La recompensa llegó al final, y el Schalke, que atraviesa un mal momento en el campeonato nacional, ya mira con confianza a sus próximos compromisos en la máxima competición europea.
