El Barcelona perdió este sábado por 2-0 en el Estadio Nuevo Los Cármenes ante un Granada que se confirma como la gran revelación en este inicio de campeonato y se coloca como líder provisional de LaLiga Santander. Los goles del nigeriano Ramón Azeez al inicio del partido y de Álvaro Vadillo, de penalti, en el segundo tiempo permitieron a los andaluces llevarse el triunfo
Desde luego, el primer gol de Azeez con la cabeza a pase de Puertas fue originado, sobre todo, por los fallos defensivos de Lenglet, primero, y Júnior Firpo, después, que dejó al barça muy tocado.
El juego iba desarrollándose para el conjunto del 'Txingurri' Valverde, pero no era un fútbol claro, limpio y directo como nos tiene acostumbrado el barça, sino nervioso y sin ideas. El encuentro se iba ensuciando por las numerosas faltas, se notaba el 'tembleque' en las piernas de los 22 jugadores.
El Granada desde luego continuaba a lo suyo, ejerciendo presión a los mediocentros más adelantados y saliendo fuerte a la 'contra' con los balones que cortaba Montoro. Los locales encontraban todo el rato un buen filón por la banda de Junior, que no estaba haciendo uno de sus mejores partidos como profesional, Antonio Puertas le estaba haciendo la vida un poco más difícil.
Tras el pitido final de la primera parte, saltaron a calentar Ansu Fati y Messi. El 'Txingurri' no se lo pensó dos veces ante el marcador tan desfavorable y entraron por Júnior y Carles Pérez, un día para olvidar el del exbético. Con las dos nuevas entradas el Barça recuperó mucha verticalidad.
El lavado de cara que le había dado el entrenador al juego del Barcelona era ostensible. Rui Silva empezó con mucha seguridad, pero las numerosas internadas de Ansu Fati le empezaron hacer mella.
A pesar de ello, el conjunto visitante tenía un lío morrocotudo en el centro del campo y lo quiso enmendar sacando a Ivan Rakitic por la pegada de Arturo Vidal, una nefasta decisión por otro lado, ya que tenía a Sergio Busquest y Arthur Melo en el banco.
El chileno no entraba en juego, no encontraba la posición y cuando lo hacía rifaba la pelota o cometía fallos por una floja intensidad en el juego. El dios del fútbol es caprichoso y se quiso cebar con él, por eso tocó con la mano una pelota llovida dentro de su área provocado por un centro del Granada. Álvaro Vadillo se encargo de 'enchufarlo' con mucha calma al palo derecho engañando a Ter Stegen.
A partir de aquí, no hubo más que hacer, el Granada defendía con una presión muy alta a la zaga visitante. Messi estuvo desacertado y muy controlado, cosa peor fue lo de Griezmann que estuvo desaparecido todo el partido.
Ahora, el Granada duerme como líder provisional empatado a puntos con el Atlético y el Sevilla, que tiene un partido menos. El Barcelona, por el contrario, se queda fuera de los puestos internacionales que sigue sin sumar fuera de casa.