El futbolista sueco Zlatan Ibrahimovic, ahora en Los Angeles Galaxy, confiesa en su próximo libro que hizo todo lo posible para impedir su fichaje por el Paris Saint Germain cuando jugaba en el Milan, adelantó el diario "Aftonbladet".
En "Jag är fotboll" (Yo soy fútbol), que saldrá a la venta en Suecia dentro de dos días, "Ibra" asegura que el entonces consejero delegado del Milan, Adriano Galliani, lo "engañó" y le dijo en una reunión que no lo venderían tras la Eurocopa 2012. A las pocas semanas, mientras pasaba sus vacaciones en Suecia, su agente, Mino Raiola, le llamó para contarle que el Milan lo había vendido al PSG y que Leonardo Araújo, director deportivo del club francés, lo iba a contactar para negociar el contrato.
"Has conseguido todo"
"Cuando hablé con Mino le dije que debíamos hacérselo difícil al PSG, que les diríamos que quería mantener el mismo sueldo que en el Milan. Quería conseguir que dijeran algo como 'estáis exagerando, es suficiente'. Sería una forma de lograr que se retiraran", cuenta el exjugador del Ajax, Juventus, Inter, Barcelona y Manchester United. "Ibra" revela que mandó una serie de exigencias y que luego le dijo a su mujer que el PSG "nunca" las aceptaría.
"Pero a los veinte minutos, Mino me llamó y lo único que dijo fue: 'Has conseguido todo'", afirma el internacional sueco, quien entonces aceptó que no había "marcha atrás" y pidió a su agente que cerrase el trato porque él es "un hombre de palabra". Ibrahimovic, de 37 años, es una leyenda en el club francés, en el que jugó cuatro temporadas (2012-2016) y estableció el récord de goles (156 en 180 partidos), una plusmarca batida hace unos meses por el uruguayo Edison Cavani.
Escrito en colaboración con el periodista Mats Olsson, "Jag är fotboll" es el segundo libro sobre su carrera de la estrella sueca, que en 2011 publicó "Jag är Zlatan Ibrahimovic" (Yo soy Zlatan Ibrahimovic). El "debut" literario de "Ibra", ayudado por el escritor David Lagercrantz, fue muy polémico, en especial por las acusaciones vertidas contra el entonces entrenador del Barcelona, Pep Guardiola, a quien acusó de no tener "huevos" y de "cagarse" con Mourinho, al frente del Real Madrid en aquella época.