El FC Barcelona ya está en Nápoles para disputar su partido de ida de los octavos de final de la Champions League en el Estadio de San Paolo. La expedición azulgrana ha aterrizado en mitad de rigurosos controles provocados por el brote de coronavirus que afecta a Italia.
El equipo de Setién recibió un control de temperatura directamente en el avión en su llegada a Nápoles. Y es que ya son siete las personas que han fallecido en los últimos días en el norte de Italia a causa del coronavirus, y otras 219 han quedado contagiadas, según informó el jefe de la Protección Civil, Angelo Borrelli, en una comparecencia ante los medios.
La emergencia por la difusión de la enfermedad provocó la cancelación de todos los eventos deportivos previstos en Lombardía, Piamonte y Véneto, entre ellos cuatro partidos de la vigésima quinta jornada de la Serie A italiana.
La temperatura de la expedición del Barcelona fue controlada antes de bajar del avión y de dirigirse al hotel napolitano en el que se aloja, informaron fuentes del club azulgrana.
El miedo que existe al coronavirus no impidió que cientos de aficionados del Nápoles acudieran a recibir a Lionel Messi cuando llegó junto al resto de la expedición del Barcelona a su hotel napolitano para empezar la concentración previa a la ida de los octavos de final de la Liga de Campeones.
Entonaron cánticos de "Messi, Messi" cuando vieron acercarse el autobús del equipo de Quique Setién. El volumen de los cánticos y el entusiasmo se incrementó cuando el número 10 argentino bajó del autobús junto al resto de sus compañeros para entrar en el hotel, ubicado en el pleno centro de la capital de la región de Campania.