La líder Juventus Turín, rival del Atlético Madrid en la Liga de Campeones, consiguió un trabajado triunfo por 2-1 en el campo del Nápoles, segundo, en la vigésima sexta jornada de la Serie A italiana (Primera División), y dio un paso de gigante hacia el título, al hacerse con 16 puntos de ventaja sobre los napolitanos.
Los goles del bosnio Miralem Pjanic y del alemán Emre Can, ambos en la primera mitad, unidos a un gran sufrimiento en la reanudación, en la que el Nápoles recortó distancias con el español José Callejón y falló un penalti con Lorenzo Insigne, dejan el octavo "Scudetto" consecutivo a un paso para la Juventus.
El equipo del técnico Massimiliano Allegri acabó su vigésimo sexto partido liguero fuera de casa sin padecer derrotas y, con el título ya casi en el bolsillo, puede concentrar ahora todas sus energías en el intento de hazaña en la Liga de Campeones, en la que el próximo 12 de marzo buscará remontar un 0-2 adverso sufrido contra el Atlético.
El encuentro empezó con equilibrio global, pero todo cambió en el 25, cuando el meta Alex Meret fue expulsado con roja directa por derribar al portugués Cristiano Ronaldo fuera del área cuando este le encaraba al contragolpe. En superioridad numérica, la Juventus tomó el mando del choque y se hizo con una doble ventaja antes del descanso, gracias a una falta directa perfectamente transformada por Pjanic y a un cabezazo de Emre Can a centro de Federico Bernardeschi, titular este domingo en sustitución del argentino Paul Dybala.
El golpe franco de Pjanic fue el primero anotado por el Juventus en esta campaña y, unido al segundo tanto de Can, puso cuesta abajo el cruce del San Paolo, aunque las sorpresas todavía no se habían acabado.
En el segundo minuto de la reanudación, el propio Pjanic vio una ingenua segunda amarilla por cortar con un brazo un pase en el centro del campo. Se dio cuenta del error cometido y abandonó el campo visiblemente deprimido. Y el choque se le complicó notablemente al vigente campeón de Italia, que también en superioridad numérica y con el 1-0 en el marcador se había asustado ante un zurdazo al poste del polaco Piotr Zielinski que se estrelló contra el exterior del poste.
El Nápoles empujó con todo y recortó distancias a la hora de juego, cuando Callejón se liberó de la presión de Giorgio Chiellini y aprovechó un centro de Lorenzo Insigne para superar al portero polaco Wojciech Szczesny y desatar la euforia del San Paolo.
Empujado por su hinchada, el equipo del técnico Carlo Ancelotti apretó con todo y pocos minutos después volvió a asustar a la Juventus con un disparo acabado fuera del brasileño Allan Marques y un zurdazo de Zielinski parado por Szczesny.
La Juventus se defendió con gran atención, pero le costó mucho salir al contragolpe ante la intensa presión de un Nápoles que logró una inmejorable ocasión para igualar en el 84, cuando el colegiado pitó tras revisión VAR un controvertido penalti por un toque con la mano del brasileño Álex Sandro en el área tras un centro del español Fabián Ruiz.
El capitán napolitano, Lorenzo Insigne, remató fuerte y cruzó su disparo, pero el balón se estrelló contra el interior del poste y rebotó fuera del área, para el alivio de un Juventus que llevaba varios minutos en apnea. Tras cinco minutos de tiempo añadido, el cuadro turinés pudo celebrar su vigésima tercera victoria del año en la Serie A, que unida tres empates y cero derrotas, le permitió confirmar su absoluto dominio entre los confines nacionales.
Le espera ahora un duelo accesible como local contra el Udinese, el próximo viernes, antes de lanzarse a por una épica remontada contra el Atlético en una Liga de Campeones que le falta en sus vitrinas desde 1996.