El Manchester City se repuso del tropezón de la semana pasada ante el Wolverhampton Wanderers con una victoria sin brillo ante el Newcastle United (2-1) en la que destacó el golazo de Kyle Walker desde treinta metros.
No fue el mejor día para los de Pep Guardiola que, pese a que se adelantaron con un gol de Raheem Sterling a los siete minutos, sufrieron para rematar a las 'Urracas'. El gol de Sterling llegó tras recibir el inglés un balón en la parte izquierda del área, recortar hacia dentro y fusilar a Martin Dubravka, pero cuando el City avistaba otra goleada, los de Rafa Benítez cazaron a los 'Sky Blues' en una contra.
El venezolano Salomón Rondón, a la carrera, puso un pase al segundo palo y ahí apareció el estadounidense DeAndre Yedlin para batir a Ederson y poner el empate.
Cuando más espeso y predecible estaba el City, Walker se sacó un zapatazo desde treinta metros que entró ajustado al palo derecho de Dubravka y que puso el 2-1 en el electrónico, además de significar u primer gol con la camiseta de los de Manchester.
Desde ese momento, el City se quitó los nervios y comenzó a combinar más y mejor, con mucha más fluidez. Fue Dubravka el encargado de evitar que esa mejoría se tradujese en más goles y salvó con sus paradas que la sangría fuese aún mayor, especialmente en una triple parada que alejó del gol a David Silva, omnipresente en la mediapunta.