El Barcelona jugará por novena vez seguida los cuartos de final de la Liga de Campeones, al eliminar al Arsenal por 3-1 (5-1 en el global), gracias a tres goles del tridente azulgrana (Neymar, Suárez y Messi), que firmaron el triunfo de su equipo, que jugó a medio gas ante un esforzado equipo inglés.
El tridente barcelonista, con tres nuevos goles, sitúa su marca en 106 tantos justo cuando el Barcelona acaba de jugar su partido 50 esta temporada, y deja al Arsenal de Arsene Wenger nuevamente con la miel en los labios, pues el entrenador francés firma un año más sin poder sacar de circulación al equipo español, al que sólo ha podido ganar un partido, frente a las ocho derrotas encajadas. El Barcelona afianzó la eliminatoria después de un gol de Neymar en el primer tiempo (0-2 en la ida), que dio paso a los mejores minutos del Arsenal, aunque con escasa puntería.
El equipo inglés propuso un buen fútbol en el arranque del partido y de las botas de sus jugadores se generaron las primeras ocasiones claras de gol, como en un robo de Ozil, que envió alto el balón tras conducirlo en solitario unos minutos. Igual fortuna corrió Eleneny en el 15 y Flamini en el 26, con disparos poco precisos. Antes de la última ocasión de Mathieu Flamini, que en el 44 acabó sustituido por lesión, el Barcelona sacó los dientes en dos jugadas seguidas.
En el 17, un pase preciso por alto de Neymar a Messi, el argentino mató el balón dentro del área, pero Ospina se interpuso para evitar un golazo en el remate del 'crack' azulgrana. Un minuto después, Suárez recuperó un balón en el centro del campo, y tras una pared con Busquets, envió en profundidad a Neymar, quien tras entrar en el área batió por bajo al portero (1-0). El 2-0 pudo haber llegado en el 30, en una buena acción por la banda de Alba, pero cuando el balón llegó a Neymar el zurdazo raso del brasileño lo detuvo Ospina echándose al suelo.
El Arsenal no se rindió
Apareció entonces el brío de un Arsenal que no quería entregar la eliminatoria, y a base de contragolpes llegó a poner cerco en la meta de Ter Stegen, mientras que en el 35 el árbitro podría haber pitado penalti a un contacto que hubo entre la rodilla de Mascherano y el pie de Iwobi, que llevó al jugador del Arsenal a tropezar y caer al suelo. El mismo atacante quiso enmendar la jugada que le podría haber dado la oportunidad de marcar, y tras superar a Dani Alves su disparo salió alto.
Un minuto después, Mathieu se debió echar al suelo para desviar un remate con intención de Elneny, que venía precedido de una gran acción de Alexis y después de Ozil. Fue el chileno quien en la insistencia de su equipo envió un balón que rozó la cepa del poste, tras un remate de cabeza, mientras que en el añadido fue Suárez, en la portería contraria, que desbarató una buena acción que había trazado Messi. El Arsenal se creyó que podía sacar algo del Camp Nou cuando en un pase preciso de Alexis, en el 51, encontró un remate potente de Elneny que acabó en gol (1-1).
Con este tanto, el Arsenal le daba continuidad a los buenos minutos de la primera parte, y fue a más, hasta que Welbeck recogió un despeje errático hacia atrás de Mathieu y, tras superar a Mascherano, armó la pierna para un disparo potente que volvió a toparse con el central argentino, que había corregido la posición y se lanzó al suelo certeramente. Al Barça le costaba muy poco atemorizar a un Arsenal que le perdió el miedo al rival, pero que vio cómo Messi ya había avisado con un gran remate que Ospina desvió.
Fue en el 65, cuando Neymar asistió a un Alves que se incorporaba por la derecha, el brasileño centró y Luis Suáres, de forma acrobática, marcó un golazo (2-1). Con todo perdido, el Arsenal tuvo un remare el larguero de Welbeck y una falta directa a la que Ter Stegen respondió con la parada de la noche. Posteriormente, el alemán detuvo el rechace que había caído en los pies del recién incorporado Giroud. Messi dio la puntilla en una jugada a trompicones, cuando ante la salida del meta le colocó la pelota por alto (3-1), ya con el crono casi agotado.