El Getafe, con dos goles de Jaime Mata y otro de Jorge Molina, mantiene la quinta plaza de la clasificación al ganar con sufrimiento a un Celta de Vigo que comenzó ganando y, pese a jugar con diez jugadores cincuenta minutos por la expulsión del uruguayo Maxi Gómez, puso en apuros al equipo madrileño.
El partido comenzó con la huelga 'a la japonesa' de la afición del Getafe, que estuvo cinco minutos aplaudiendo a sus jugadores en apoyó por las críticas recibidas últimamente y levantaron al cielo del Coliseum miles de cartulinas con la palabra 'respeto'.
Sin embargo, ese calor de la afición azulona a sus jugadores se vio enfriado a los dos minutos cuando el mexicano Araujo peinó de cabeza un balón de Brais Méndez y sorprendió a David Soria para marcar el primer gol del Celta. Al equipo madrileño le hirió ese gol del Celta y no supo bien como reaccionar hasta que fueron pasando los minutos y aparecieron Maksimovic y Arambarri para poner orden en el juego por el centro del campo.
A los 21 minutos, Mata avisó con un disparo fuera tras un centro desde la derecha y a los 38 el delantero madrileño igualó la contienda al transformar un penalti cometido por Hugo Mallo sobre Arambarri. Esa decisión de González Fuertes no le gustó a Maxi Gómez. El uruguayo protestó al colegiado y éste no dudó en sacarle dos cartulinas amarillas y expulsarle.
El Celta no notó en su ánimo el gol encajado y antes del descanso le dio dos buenos sustos al Getafe. Primero con un gol anulado a Hugo Mallo que se tuvo que resolver con VAR debido a lo dudoso de su remate y después con un cabezazo de Hoedt que salió rozando un poste.
En la segunda parte el Getafe salió a por todas consciente de su ventaja numérica sobre el césped y desde el primer minuto sometió al Celta de Vigo encerrándole en su campo. Así llegó una ocasión muy clara de Mata que, a los 48 minutos, despejó con una buena parada Rubén Blanco.
Al Celta se le empezó a hacer largo el partido demasiado pronto y a los 61 minutos el Getafe culminó su remontada con una triangulación perfecta. Damián Suárez puso desde la derecha un centro al segundo palo que cabeceó al primero Mata para que Jorge Molina solo tuviera que empujar el balón.
A los 65 minutos, Iago Aspas reapareció en el Celta de Vigo tras mes y medio lesionado. Su presencia sobre el césped se notó porque en su primer balón puso un centro de falta que terminó con un cabezazo de Brais Méndez que se marchó por encima del travesaño.
La entrada del delantero gallego mejoró mucho el ataque del Celta de Vigo, pero justo cuando parecía que el encuentro estaba equilibrado en cuanto a fuerzas con alternativas para ambos Rubén cometió un error garrafal al intentar un despeje y dejó un balón muerto para que Mata empujara a gol el tercero del Getafe.
El encuentro se terminó ahí pese a los nueve minutos de juego que restaban porque el Celta terminó de bajar los brazos esperando que el reloj corriese.