El Estadi Municipal de Montilivi fue el escenario de un vibrante encuentro entre el Girona y el Valencia que no se decidió hasta que Ferran Torres anotó el 2-3 definitivo en el tiempo de descuento.
El cuadro de Marcelino García Toral, que tan solo ha perdido en uno de sus últimos 16 partidos, continúa escalando posiciones, caminando con paso firme hacia el objetivo de conseguir un billete para volver a competir en Europa el curso que viene.
Revitalizado después de sumar hasta siete de los últimos nueve puntos posibles, el Girona empezó dominando el encuentro a partir de la posesión del balón e incluso estuvo a punto de adelantarse en el marcador por mediación de Pere Pons, que obligó a Neto a estirarse para desviar un potente zurdazo desde fuera del área.
Pero fueron los valencianos quienes estrenaron el electrónico. En el minuto 14, Rodrigo Moreno filtró un gran pase a la espalda de Jonás Ramalho para que Gonçalo Guedes se plantara solo ante Bono, al que batió con un disparo ajustado a su palo izquierdo.
El tanto del atacante luso, el primero que transforma en una curso verdaderamente complicado para un futbolista por el que el Valencia desembolsó hasta 40 millones de euros el pasado verano, no calmó el ímpetu del Girona ni la voluntad de los hombres de Eusebio Sacristán de rebelarse contra la estadística que indica que no suman los tres puntos en Montilivi desde el pasado 27 de octubre.
Al conjunto rojiblanco, que se consolidó como uno de los peores equipos de la competición como local, el premio a su esfuerzo le llegó en el minuto 22, cuando Ramalho restableció el equilibrio inicial al cabecear una falta magistralmente servida por Àlex Granell.
El servicio del capitán del Girona, con el cambio de sistema que ha introducido Eusebio al dejar atrás el 3-5-2 para dibujar un 4-1-4-1, pudo culminar la remontada en el minuto 38, pero el cabezazo de Cristhian Stuani salió rozando la escuadra de la portería del Valencia.
Apenas un minuto después, Bernardo Espinosa, uno de los mejores futbolistas del curso en clave rojiblanca, desvió, sobre la línea de gol, un remate de un omnipresente Guedes. La segunda mitad arrancó con el mismo guión que la primera.
El Girona era el que controlaba la situación, pero fue el Valencia el que se encontró con el gol gracias a un precioso disparo de Dani Parejo desde la frontal que entró besando el palo derecho de la portería de Bono.
Pero lejos de conformarse de haber competido de tú a tú contra el Valencia, Eusebio redobló su apuesta inequívocamente ofensiva situando a Pedro Porro y Patrick Roberts, dos futbolistas de ataque, en los laterales. Una apuesta, la del técnico vallisoletano, que pareció obtener su premio cuando Cristhian Stuani firmó el 2-2 desde el punto de penalti en el minuto 83. Pero en el último suspiro, ya en el descuento, Ferran Torres se zafó de Bono y marcó el 2 a 3 definitivo a puerta vacía.