El Sevilla ganó por 2-0 al Alavés, un rival directo en la lucha por Europa y al que desbanca del sexto puesto para sacarlo de la zona europea, merced a los goles de Roque Mesa y Pablo Sarabia en un partido en el que los andaluces fueron muy superiores a un conjunto vitoriano defensivo y sin llegada.
Los sevillistas, que se reencontraron con el triunfo tras la dolorosa derrota ante el Valencia (0-1), recuperaron su solidez en casa y superaron con autoridad e intensidad a un Alavés agazapado, demasiado encerrado e inofensivo con un tanto de Mesa, a cuatro del descanso, luego ampliado por Sarabia a diez minutos del final.
El Sevilla, séptimo, y el Alavés, sexto, llegaron a esta cita crucial por Europa separados por un punto y con bajas: los locales, sin el meta checo Tomas Vaclík y dos defensas, el argentino Mercado y el austriaco Wöber, por lesión, ni el argentino Éver Banega, por sanción, como las más notables; y los vascos, sin los lesionados Burgui y el chileno Maripán, y sin el sancionado Manu García.
El equipo de Joaquín Caparrós, que recuperó al lateral Escudero y al mediapunta Sarabia tras unas semanas lesionados, salió más intenso, con los medios Roque Mesa y el galo Gonalons ayudados por el argentino Franco Vázquez como enlace con Munir y el francés Ben Yedder, ante un Alavés agazapado y que presionó, pero sin llegada.
El cuadro dirigido por Abelardo Fernández, con Tomás Pina y el ghanés Wakaso intentando imponerse en el medio, el japonés Inui y Jony en las bandas y Borja Bastón y el argentino Calleri arriba, jugó muy encerrado y se dedicó en la primera mitad a mantener bien el sitio en el campo para frenar las intentonas de los andaluces.
Aún así, el Sevilla careció de fluidez e ideas para superar el muro alavesista y generar ocasiones de peligro, aunque suyas fueron las más claras, como dos seguidas al principio de Munir, que salvó de cabeza Ximo Navarro, y Mudo Vázquez, que se fue alta, igual que otro cabezazo casi a bocarrajo del hispanomarroquí en el minuto 21.
Tras otro aviso hispalense, en un rebote tras un córner que dio en el luso Daniel Carriço y paró Fernando Pacheco, el Alavés gozó de su primera y única opción de este periodo en un fallo del danés Simon Kjaer en el que el balón se quedó muerto en el área y le cayó a Calleri, pero su disparo lo despejó Juan Soriano en el 33.
Fue el preludio, ocho minutos después, del 1-0, cuando un fuerte derechazo de Roque Mesa, a pase de Sarabia dentro del área, batió a Pacheco a media altura por su poste derecho a cuatro del descanso, lo que premió los mayores méritos de un Sevilla muy superior.
En la reanudación, el Alavés no reaccionó, pareció acomplejado e, incapaz de armar algún ataque potable, fue dominado por completo por el Sevilla, muy solvente, con mayor disposición y mejor toque del balón, y al que sólo le faltó más tino en el remate para ampliar su renta.
El 2-0 pudo llegar pronto, en dos acciones peligrosas en los minutos 50 y 53, pero Munir, con todo a favor en el área grande, no acertó a la salida de uno de los muchos córneres botados por su equipo, prueba de su total control, y luego Ben Yedder cabeceó una falta sacada por Sarabia y Pacheco salvó el gol en la misma línea.
El 'Pitu' Abelardo buscó que los suyos espabilaran ante el letargo y la debilidad mostrados, y sacó al campo primero al ghanés Patrick Twumasi por Takashi Inui, totalmente perdido, y luego al sueco John Guidetti y al serbio Darko Brasanac por Calleri y Pina en un doble cambio, pues al gijonés no le gustaba nada lo que veía.
El Alavés trató de estirarse para inquietar algo más, pero sin convicción ni precisión en sus salidas ante un Sevilla que hizo un partido muy serio y siguió controlando, hasta que recogió el fruto a su mejor juego e insistencia a ocho minutos del final al marcar Sarabia su gol número 21 de la temporada, el undécimo en Liga.
Tras un robo en el campo visitante merced a la gran presión que exhibió en todo el choque, el balón le llegó a Ben Yedder, quien abrió a la derecha para que Sarabia se la pusiera imposible al meta alavesista y le diera ya una ventaja casi definitiva a su equipo, aunque después los vitorianos pudieron acortar distancias.
Fue en su mejor ocasión de todo el partido, pero demasiado tarde, a cuatro de la conclusión, cuando Jony picó de cabeza un buen centro desde la derecha de Guidetti que botó en el césped y se marchó alto, con lo que el Sevilla no pasó apuros para amarrar un valioso triunfo ante un rival directo en su lucha por Europa.