Un gol de Charles en tiempo de prolongación fulminó al Valencia en un choque en el que el Eibar se mostró sólido y compacto, y siempre buscó la victoria ante un Valencia que nunca consiguió imponer su ritmo de juego. El tanto visitante llegó cuando ambos equipos habían tenido opciones para abrir el marcador y fue fruto de la fe en sus posibilidades, ya que nunca perdió de vista la idea de llevarse los tres puntos.
Este resultado dificulta en grado extremo las opciones de los valencianistas de alcanzar la cuarta plaza de la Liga a la que aspiraban de haber conseguido el triunfo.
Mientras el equipo visitante controló con autoridad el encuentro en la primera mitad, la segunda parte estuvo más nivelada, aunque sin que el Valencia, que era el que más se jugaba, consiguiera imponer su ley, ya que el Eibar mantuvo sus opciones abiertas hasta el final y encontró premio en la última jugada.
El Eibar ya dominó por completo la primera mitad del encuentro gracias a la alta presión sobre la salida del balón del Valencia y a la posesión de pelota, que casi siempre estuvo en poder del equipo vasco. Esta tónica fue especialmente notoria en el primer cuarto de hora de juego, cuando el equipo local apenas tuvo opciones de manejar el balón.
Solo a partir de entonces, los valencianistas prodigaron algún contragolpe esporádico, pero sin llegar a crear problemas al equipo de Mendilibar, amo de un encuentro que se jugaba al ritmo que imponían sus futbolistas. El Valencia no estaba fino.
Sus jugadores iban casi siempre un paso por detrás de los rivales y les faltaba la frescura que el Eibar sí que demostraba. La superioridad visitante se tradujo en las dos únicas ocasiones del gol de la primera mitad en sendos balones enviados al área (m.27 y 44), que Neto neutralizó en dos buenas intervenciones tras acciones de Orellana y Sergio Álvarez.
Al descanso se llegó con un Eibar superior, que bien pudo adelantarse en el marcador y ante el que los hombres de Marcelino debían mejorar sustancialmente en la reanudación para quedarse con los puntos.
Con el comienzo de la segunda mitad se vio un Valencia más centrado y ofensivo. En pocos minutos mostró en ataque mucho más que en todo el primer periodo, pero no consiguió que su mejora se reflejara en ocasiones de gol. El Eibar no varió.
Mantuvo el fútbol dinámico del primer periodo y, dueño de la medular, se dejaba ver en ataque y neutralizaba al rival, aunque poco el Valencia, encontró espacios a la espalda de la defensa eibarresa para crear peligro. A medida que avanzaba el encuentro, el Eibar se mostró más cauto y el Valencia tuvo algo más de mordiente, aunque sin opciones claras para abrir el tanteador.
En los minutos finales hubo alternativas ante ambas porterías al encontrar unos y otros espacios al contragolpe, pero ninguno de los dos equipos tuvo claridad ante la meta rival. Aunque el partido parecía avanzar hacia la enésima igualada local en Mestalla, el tanto de Charles decantó el choque a favor de los visitantes.