El Getafe logró llevarse un punto del estadio José Zorrilla, con un polémico penalti en el tiempo de descuento, que se encargó de transformar Molina, ante un Real Valladolid al que anularon un gol y que dominó con claridad durante todo el partido.
Los locales, una vez más, salieron con actitud, con la intención de romper los esquemas del Getafe desde el inicio, buscando la profundidad, realizando buenas transiciones y aprovechando el control del balón, ante un rival que mostró intensidad y dureza defensiva, pero sin replegarse demasiado.
De hecho, fue Arambarri el que dio un primer aviso con un disparo desde la frontal del área, que detuvo sin problema Yoel, novedad de Sergio González en la portería blanquivioleta. Pero en su segunda intervención, el jugador uruguayo sorprendió al meta vallisoletano con un potente disparo, que acabó en el fondo de la red.
No hubo opción de réplica para Yoel, que nada pudo hacer ante el lanzamiento por la escuadra de Arambarri. Un gol inesperado que obligaba, una vez más, al Real Valladolid, a tener que ir a remolque y añadir más entrega a su juego ofensivo, que no lograba alterar los nervios de la zaga madrileña.
Los de Sergio González tenían que hacer frente a la posible ansiedad tras ese tanto visitante y, aunque se cometieron algunas imprecisiones, se centraron de inmediato en busca de la remontada y, en el minuto 30, Guardiola lograba el empate con un sutil remate, en respuesta al buen centro de Nacho desde la banda izquierda.
Ese gol dio impulso al equipo blanquivioleta, que no quería conformarse con el empate, y se volcó para tener la posesión del balón y poder contar con alguna opción más antes del descanso. Hubo una, o, al menos, se reclamó un posible penalti de Djené sobre Moyano, al que golpea sin llegar a disputar el balón.
Pero el VAR no intervino, y se cumplieron los primeros 45 minutos con el resultado de 1-1 en el electrónico del José Zorrilla, si bien el Real Valladolid dispuso de un último córner, que llegó a cabecear Calero, aunque con escasa fuerza. Los locales presionaron tras la reanudación, y eso se tradujo en una primera ocasión para Enes Ünal, quien se revolvió en la frontal del área pero su disparo fue frenado por la defensa visitante, concretamente, por Olivera.
Le sucedió otra, en este caso, con Keko como protagonista, pero su disparo lo detuvo Soria. El Real Valladolid estaba totalmente volcado, jugando con mucha seriedad, y parecía tenerlo todo a su favor, más aun con la expulsión, por segunda amarilla, a Olivera, que dejaba al Getafe con uno menos en el terreno de juego, y con la entrada de Waldo en las filas blanquivioletas para aportar más frescura.
Toda esa conexión se tradujo en una gran intensidad por parte de los de Sergio González y, en una de sus llegadas, el balón, tras un rebote, fue golpeado con el brazo por Djené, en lo que pareció un claro penalti que señaló Munuera Montero y que se encargó de transformar Ünal para dar ventaja a su equipo en el marcador.
La entrega y el control del conjunto blanquivioleta tuvo como recompensa un contragolpe en el que intervinieron Óscar Plano, Nacho y Waldo quien, ante la presión de marcar su primer gol con el Real Valladolid, acabó en posición de fuera de juego y su tanto fue anulado, tras posterior revisión en el VAR.
El Getafe estaba a merced del empuje local, pero el miedo a perder lo logrado se podía ver entre líneas y el Real Valladolid, aunque mantuvo la presión y su iniciativa ofensiva, también era consciente de que no podía cometer ningún error, habida cuenta de la calidad del rival.
Y en el tiempo de prolongación, de nuevo la suerte le fue esquiva al Real Valladolid. Plano se convirtió en protagonista al cometer un polémico penalti, que transformó Molina para empatar el choque y dejar al cuadro blanquivioleta desesperado y frustrado ante el resultado final.