El Villarreal logró un importantísimo triunfo ante el Leganés por 2-1 en su lucha por la permanencia, ya que se sitúa a cuatro puntos de la zona de descenso a cinco jornadas para la conclusión del campeonato. Los castellonenses aprovecharon la calidad de sus hombres de ataque para llevarse la victoria en un encuentro en el que los goles llegaron en la segunda mitad, tras una primera parte de dominio local pero sin muchas ocasiones.

El partido se pudo poner de cara para el Villarreal nada más comenzar cuando Chukweze marcó tras una gran acción, pero el VAR confirmó el fuera de juego indicado por el asistente. El Villarreal fue el claro dominado del primer tiempo, llevó la iniciativa y puso en apuros al meta Cuéllar en un par de acciones de Chukweze y Bacca.

El Leganés se mostró muy ordenado en defensa, tratando de taponar a Cazorla y Fornals como generadores del juego local; mientras que en ataque trató de salir con velocidad, aunque en ningún momento consiguió enlazar un contragolpe claro. En el tramo final del primer tiempo Toko Ekambi pudo adelantar al Villarreal, pero su disparo se encontró con una gran respuesta del meta Pichu Cuéllar que evitó el gol.

En la reanudación, el Leganés adelantó líneas, tanto a la hora de defender como de atacar. La presión más adelantada no dejó al Villarreal manejar tanto el partido como en la primera mitad, mientras que en ataque el equipo madrileño tuvo una mayor presencia.

Sin embargo, fue el Villarreal el que se adelantó tras un centro de Quintillà desde la banda que cabeceó picado Ekambi y Bacca aprovechó el rechace de Cuéllar para marcar a placer.

Calleja movió ficha y dio entrada a Cáseres por el goleador Bacca para fortalecer el centro del campo y controlar el choque ante el presumible arreón del Leganés, que pudo empatar en un potente cabezazo de Braithwaite que salió fuera junto al poste.

Pero de nuevo golpeó el Villarreal tras una gran jugada coral desde la banda izquierda que culminó Toko Ekambi en una excepcional jugada personal que definió con un sutil disparo al palo largo para ampliar la renta local.

El partido parecía resuelto pero un penalti de Álvaro a Braithwaite, a cinco minutos del final, permitió a El Zhar poner el 2-1, elevar la emoción del encuentro y despertar los temores del equipo y la afición local, tras las fatídicas experiencias de los minutos finales de los últimos encuentros.

Una pequeña tangana, tras una fuerte entrada de Omeruo a Cazorla, elevó más la temperatura del partido, aunque el parón favoreció al Villarreal que consiguió amarrar un triunfo que puede ser vital.