Empate con polémica entre Villarreal y Barça en un gran partido de fútbol

Cuando se juntan en un mismo césped Villarreal y Barça solo queda sentarse y disfrutar. Disfrutar de fútbol, de fútbol del bueno, entre dos equipos que cuando quieren saben perfectamente cómo levantar los aplausos del respetable. Azulgranas y amarillos empataron a dos en un duelo repleto de alternativas y que tuvo goles, polémica y un final imprevisible en el que cualquiera pudo llevarse la victoria. Al final, justo reparto de puntos y el Barcelona que es más líder con menos jornadas por disputarse.

Y más líder que podría haber sido de haber mantenido la ventaja de 0-2 con la que se fue al descanso. El Villarreal, a pesar de irse bastante abajo a vestuarios, no se lo puso ni mucho menos fácil. Nada más producirse el saque de centro, Claudio Bravo vio muy de cerca como el cuero estuvo a punto de traspasar sus dominios, pero la fortuna se alió con el chileno y con el Barcelona. El duelo siguió igual, y los amarillos apretaron y mucho las tuercas de un Barça con un Piqué superado que a la postre sería protagonista.

Lo sería porque Marcelino se fue a la calle tras protestar la que habría sido segunda amarilla para el central por mano. Corría el minuto 25 por aquel entonces, y por aquel entonces el Barça ya mandaba en el luminoso gracia a un tanto de Rakitic. El croata agarró un rechazo de la zaga castellonense para colocar la bola en las mallas de Asenjo, titular por lesión de Areola. Ahora bien, no fue esa la decisión más cuestionable de un colegiado que se vio superado en la primera parte.

Injusto penalti a favor del Barça

Porque tras la no expulsión de Piqué el trencilla señaló justo antes del descanso un inexistente penalti de Asenjo a Neymar en una acción en la que el palentino sacó limpio el cuero en un mano a mano. El brasileño se encargó de transformar la injusta pena máxima y dejar así el encuentro casi sentenciado con toda la segunda parte por delante.

Malo fue pensar que estaba sentenciado, porque el Villarreal salió a por todas nada más salir de vestuarios y Bakambu recortó distancias para la esperanza amarilla. Luis Enrique, confiado de tener todo bajo control, cambió a Piqué por Mathieu y el central igualó el duelo. Lo igualó porque se metió en su arco un remate de Soldado con la espalda que sorprendió a Bravo y a todos. Veinte minutos y partido igualado.

Ambos querían más que un punto

Ni uno ni otro querían que así acabase. Tras la siesta, el Barça despertó y la MSN empezó a conectar, con un Suárez eso sí más pendiente de no ver la quinta amarilla que de jugar intenso. El Villarreal tampoco se conformó, y buscó con ahínco el 3-2 para remontar un duelo que parecía tener perdido cuando marchó rumbo a vestuarios.

Un punto, justo punto, para Villarreal y Barcelona. Los amarillos fueron superiores a los azulgranas en la segunda parte y no fueron peores en la primera, en la que unas discutibles y polémicas decisiones del colegiado tuvieron responsabilidad directa en el 0-2 de los de Luis Enrique. Al final, remontada castellonense para sumar un empate que podría haber sido un triunfo para cualquiera. Con todo, el Barça tiene la Liga más cerca que la pasada jornada.