La Liga francesa se reúne de urgencia por los altercados del Marsella-Lyon

La primera suspensión se produjo en el minuto 57 cuando Mathieu Valbuena, exjugador del conjunto de Marsella y ahora en las filas del Lyon, al lanzar en un córner se convirtió en la diana de un grupo de aficionados que le lanzaron botellas, entre las que había algunas de cristal.

Una vez reanudado el juego, apenas pasaron otros cinco minutos hasta que el árbitro decidió detener el cronómetro al observar que el objetivo había pasado a ser el portero del Lyon, Anthony Lopes. Esta vez la interrupción duró una veintena de minutos, hasta que intervinieron los agentes antidisturbios, que se situaron en la portería de los visitantes.

El partido fue muy caliente

Valbuena había recibido desde la primera mitad varias faltas duras por parte de dos jugadores del OM y la de Alessandrini en el minuto 43 le costó a éste la expulsión, hecho que calentó los ánimos de la grada, pero también del presidente del Marsella, Vincent Labrune.

En unas declaraciones que van a estar sobre la mesa de la LFP, Labrune se quejó de que "hay equipos, como el Lyon, que tienen costumbre de jugar 11 contra 10 y otros, como el Marsella, 10 contra 11. Con los penaltis, es lo mismo". El presidente del OM afirmó, además, que en los tres últimos encuentros con el Lyon, "se ha pitado un penalti imaginario y un olvido contra nosotros".

El presidente del Lyon, Jean-Michel Aulas, le reprochó esas palabras ya que "no se puede jugar con la seguridad" en un estadio con 60.000 personas, lo calificó de "guiñol", y le predijo que "no durará tanto como cree en el fútbol". La LFP también debe examinar los enfrentamientos entre hinchas y fuerzas del orden al término del encuentro entre Bastia y Niza, que perdieron los corsos por 1-3.