El Liverpool se deshizo sin excesivos aprietos de un endeble West Ham United por 1-4 y dejó todavía más 'tocado' al equipo de Slaven Bilic, quien podría tener las horas contadas en el este de Londres. El triunfo de hace 10 días en la Copa de la Liga sobre el Tottenham Hotspur en Wembley (2-3) fue un mero espejismo en la paupérrima temporada de los 'Hammers', que volvieron a mostrar su peor versión en la Premier League y hoy fueron goleados por un Liverpool a medio gas.
El Liverpool dejó el choque encaminado en sólo tres minutos, del 21 al 24, cuando primero Mohamed Salah vio portería en un contragolpe maravilloso tras un terrible saque de esquina de Lanzini y después Matip, en el enésimo fallo defensivo 'Hammer', dobló la ventaja de los de Anfield. Poco antes había avisado André Ayew, quizá el jugador más en forma de los de Bilic, que desaprovechó un mano a mano con Mignolet y su 'picadita' por encima del portero se marchó fuera.
Pareció mejorar el West Ham a la vuelta de vestuarios, ya con Andy Carroll -ingresó por el centrocampista Fernandes- sobre el terreno de juego. La valentía de Bilic tuvo su recompensa a los 10 minutos de la reanudación, cuando Lanzini le ganó la posición a Gomez, controló con el pecho un centro de Ayew al segundo palo y picó ante la salida de Mignolet para meter a los suyos en el partido.
Ahí terminó cualquier atisbo de reacción de los 'Hammers', ya que 57 segundos más tarde, en la jugada siguiente al tanto de Lanzini, Alex Oxlade-Chamberlain restauró en el electrónico la ventaja de los suyos tras otro error grosero de la zaga y una mala parada de Hart.
El cuarto y definitivo tanto de los de Jürgen Klopp llegó a falta de 15 minutos para el final y con el Estadio Olímpico semivacío: Mané, quien volvió tras su lesión, recibió un regalo de la defensa local, cedió a Salah y éste batió por cuarta vez a Hart con un disparo seco y cruzado al palo largo.