El entrenador del FC Barcelona, Luis Enrique Martínez, ha asegurado que tras la inesperada derrota en casa contra el Alavés (1-2) sus jugadores saben que el duelo contra el Leganés de este sábado en Butarque es un "partido trampa", pues se toparán con un rival motivado "al mil por mil" y que le parece que tiene "muy buena pinta".
"Los jugadores saben que es un partido trampa, y ya estoy yo para decírselo. Hay que recordárselo. También el Alavés era inferior. Mejor botón de muestra que la derrota... Cada partido fuera de casa tienen una especial dificultad, si no tenemos una buena versión no ganaremos en Leganés, pero son conscientes de ello mis jugadores y todos los equipos", señaló en rueda de prensa.
Y, haciendo referencia a la campaña del equipo 'pepinero', espera un partido complicado. "Es conocido el Leganés por sus campañas de marketing, siempre agudizando el ingenio y es cosa que le viene bien al fútbol, creo y considero. Ellos lo definen como partido trampa, nosotros lo definimos como un partido complicado, cualquiera fuera de casa lo es, ante un equipo ilusionado al mil por mil y ante su afición", recalcó.
Espera un rival imprevisible y peligroso, capaz de crearles peligro. "Espero, por lo que he visto, un equipo valiente, nada temeroso ni preocupado por ser un equipo recién ascendido. Los resultados han sido buenos, no tiende a encerrarse atrás. Les gusta ir arriba y presionar, se ven un equipo trabajado y ordenado y tiene muy buena pinta", apuntó.
"Es un partido que el Leganés se ha ganado con dos ascensos en pocas temporadas. Es un equipo que nos va a complicar la vida, que a va presionar, que va a intentar generar peligro con Gabriel, tendremos que estar a su nivel de intensidad y generar muchas ocasiones para que el partido caiga de nuestro lado", advirtió.
Sobre su equipo, apuntó que se verá "al mismo Barça de siempre". "Nos intentaremos adaptar a lo que haya con el objetivo de ser mejores y ganar al rival. En función de todos los factores decidiremos, pero iremos como siempre a por el rival desde el principio", comentó.
Además, quiso dejar ya por enterrada la derrota ante el Alavés. "Sucedió lo que sucedió, no voy a hacer más sangre de aquello. Habrán más partidos como eso, y al final de temporada se nos juzgará por si hemos ganado el título o no, no por un partido", manifestó.
Por otro lado, negó que vaya a influir en el resultado el hecho de jugar a las 13.00 horas. "Entrenamos el día antes, es el habitual, no hay carga física, son estímulos. Solemos trabajar la estrategia. Lo que condiciona es que no viajamos en el día. Es un horario especial, pero no servirá de excusa", apostilló.