El 11 de julio de 2010 cambió la historia del fútbol español y también la vida de Luis María. Celebrando la victoria en el Mundial de Sudáfrica se cayó de una fuente en Logroño y quedó parapléjico. Un drama que ha afrontado como una nueva oportunidad, con el deporte como motivación.
Mientras la Roja festejaba su primera estrella como campeona del mundo, Luis María iba camino del hospital aquella noche del 11 de julio de 2010. Desde entonces es parapléjico tras resbalarse en una fuente celebrando el título.
"Solo te quedan dos opciones: o estás en casa amargado o sales a la calle y disfrutas de la vida. La vida son dos ratos como para estar en una esquina llorando porque te ha pasado. Vas a tener que estar con ello el resto de tu vida y cuando antes te lo comas con patatas y disfrutes de la vida, pues adelante", dice a Antena 3 Deportes.
Sin embargo, Luis María lo tiene claro y asegura que el gol de Iniesta le salvó la vida: "Nada más despertar del coma pedí una televisión para ver las celebraciones", cuenta. Vive en silla de ruedas desde que se rompió el cuello celebrando el Mundial hace ahora una década.
Pádel surf, buceo, tenis...
Tras cinco días en coma, cuando despertó Luis se percató de que nunca más podría caminar. Sin embargo, el deporte fue su tabla de salvación: "¿Que estoy sentado? Antes estaba de pie y me quedaban demasiadas cosas por hacer", explica.
Y es que Luis María hace pádel surf, buceo, tenis, ciclismo adaptado... "El deporte es mi motivación y siempre estoy haciendo algo, la vida es demasiado maravillosa", explica a Marca. Asegura que se dio cuenta "de que las gilipolleces nos arruinan la vida, si se quiere algo hay que luchar".
