El Mallorca cobrará entre 15 y 20 euros a los aficionados que deseen dialogar con el entrenador Vicente Moreno y el jugador "más destacado", una vez finalizados los partidos que se disputen en el estadio Son Moix.
Según ha anunciado el club balear en su página web, la iniciativa denominada Tercer Tiempo se pondrá en marcha con la visita del Llagostera en el partido correspondiente a la sexta jornada del Grupo III de Segunda B.
También, el Mallorca estrenará otro sistema para recaudar dinero y cobrará 3,99 euros a los aficionados que deseen ver, "online", todos los partidos que el equipo juegue en Palma a través del pago con tarjeta de crédito. Los encuentros que dispute como visitante serán gratuitos.
Para intercambiar impresiones con el entrenador los socios de la entidad mallorquinista pagarán 15 euros y los no abonados 20. La iniciativa ha captado el interés de diez aficionados, que mañana acudirán a la sala de prensa, según ha confirmado el Mallorca.
Preguntado por esa cuestión Vicente Moreno ha respondido que es una decisión del club que "no depende" de él. "Solo pienso en el partido ante el Llagostera", subrayó. El Mallorca señala para explicar la iniciativa que el partido "no acaba en el minuto 90". "Después, empieza el Tercer Tiempo, espacio en el que los protagonistas del espectáculo analizan el resultado con los medios de comunicación para llegar a todos los aficionados", añade.
El club subraya que quiere "ofrecer a todo aquel que lo desee la posibilidad de disfrutar de este Tercer Tiempo tanto en la parte posterior de la sala de prensa, detrás de las cámaras de televisión, como en la sala contigua que da acceso al terreno de juego de Son Moix".
Y añade: "Primero se podrá asistir a las ruedas de prensa de los entrenadores y después se podrá dialogar con Vicente Moreno, entrenador del Real Mallorca, y el jugador mallorquinista más destacado del partido".
Según el Mallorca, todo ello, "a unos escasos metros del campo de fútbol y en un espacio ameno que ofrecerá cátering y una conversación agradable".
El club balear, que este año descendió a Segunda B tras jugar 16 temporadas seguidos en Primera, es propiedad de empresarios estadounidenses encabezados por el dueño del Phoenix Sun, de la NBA, Robert Sarver, y lo preside el ex tenista profesional Andy Kohlberg.