El partido comenzó con una alta intensidad por parte de los dos conjuntos que buscaban adelantarse en el marcador lo antes posible.
El primer equipo que lo logró fue el Eibar, pero al igual que sucedió con el Getafe, el VAR terminó invalidando el tanto y manteniendo el empate a cero en el marcador.
El Eibar continuó planteando un juego muy agresivo que acabó por perjudicarles, ya que Messi iba a comenzar a desplegar su magia para poner el primer tanto del encuentro y facilitar el dominio del juego del Barcelona.
Hubo unos minutos de tregua a partir de ese 1-0 en los que el Eibar podría haber aprovechado alguna oportunidad, pero cuando parecía que el Barcelona se atascaba, una vez más, apareció el de siempre.
Leo Messi se sacaba de la chistera una nueva acción que volvía a dar al Barcelona un nuevo tanto. A partir de ahí, los catalanes iban a dominar el encuentro con mayor claridad. Tan solo un par de minutos después de marcar el segundo gol, de nuevo Messi volvía a fabricarse una nueva acción en la que le ponía a Griezmann un balón a placer para rematar a portería vacía. El francés se durmió, pero el rechace le volvió a Messi que con habilidad anotó el tercero. El Barça se iba al vestuario con el partido resuelto.
Ya en la segunda mitad, el juego del Barcelona se apagó en gran medida. El partido se volvió más abierto y se pudieron ver ocasiones para ambos equipos. El Eibar intentaba recortar diferencias pero el colegiado anulaba el segundo gol de los armeros.
Debutaba Braithwaite como jugador azulgrana e iba a dejar una buena actuación. El delantero asistió a Messi en el cuarto gol del partido y remató a puerta en el quinto gol culé antes de que Arthur culmiara la remontada tras recoger el rechace.
El Barcelona golea al Eibar y mete presión al Real Madrid por el liderato de LaLiga a solo una semana del Clásico... y con la Champions de por medio. Partido cómodo de los de Setién.