Argentina fulmina a Croacia y se mete en la final del Mundial de la mano de un mágico Messi

A golpe de un genial Leo Messi, Argentina está a una sola victoria de volver a reinar en el planeta fútbol. Mucho ha llovido desde aquella Copa del Mundo de México en 1986, pero lo que parecía lejanísimo tras el desastroso debut en Qatar ya se roza con los dedos. Los de Scaloni han ido a más con cada partido y ante Croacia jugaron su mejor partido, el más serio y convincente desde que aterrizaran en Doha en busca del Mundial de Qatar 2022.

Esa tercera estrella que Argentina llega persiguiendo desde hace 36 años podría hacerse realidad el próximo domingo, en el mismo escenario en que Argentina despidió a la gran Croacia de Luka Modric. Leo Messi, en su versión más maradoniana -incluso pareció jugar medio lesionado de su pierna izquierda-, se ha propuesto poner el broche de oro a una carrera de leyenda, siempre cuestionada en su país natal por esa comparación eterna con Maradona y aquella versión antológica de El Pelusa en México y en las Copas del Mundo.

Croacia paga sus errores defensivos ante una Argentina letal

Croacia, que se presentaba ante Argentina como un hueso, regaló dos goles que supusieron su tumba. Los de Zlatko Dalic se suicidaron cuando dominaban el balón y la posesión. El primer gol llegó cuando Lovren regaló su espalda y por ahí apareció Julián Álvarez. Livakovic, en su intento de despejar el balón, derribó al delantero argentino. Orsato no lo dudó: penalti. Ahí apareció Messi para coger el balón y clavarla en la misma escuadra.

Sin tiempo para asimilar el primer golpe, Croacia recibió un segundo directo. Pérdida de balón, contra meteórica conducida por Julián Álvarez y éste, tras dos rechaces afortunados, batió en el mano a mano a Livakovic. Tremendo el castigo para los croatas ante una Argentina letal. Pudo ser peor la cosa para Croacia antes del descanso si no es por su portero, quien sacó un remate de Mac Allister en la misma línea de gol.

Zlatko Dalic arriesgó tras el descanso con la entrada de Petkovic por Brozovic. No le quedaba otra a la subcampeona del mundo. No fue suficiente. Argentina, esta vez sí, spupo conservar la ventaja. Incluso Messi pudo anotar el tercero, el segundo de su cuenta, tras una gran pared con Enzo. Dio igual, aún se reservó su mejor jugada, la firma de un genio.

Messi deja su firma en una jugada para la historia de los mundiales

A 22 minutos de final, Leo Messi recibió en el centro del campo, Gvardiol encimándole. De nada sirvió. Lo dejó atrás con una genialidad, avanzó hasta línea de fondo, esperó al defensor croata y lo volvió a retratar, escondió el balón, ese tesoro que le acompañado durante años, y se la cedió a Álvarez. A esas alturas ya muchos creían ver a Maradona encarnado el genial futbolista de Rosario.

Ante esa maradoniana versión de Messi ni la indestructible e inmortal Croacia de Luka Modric tuvo respuestas. No hay más. Leo Messi ha venido a Qatar a por la Copa del Mundo. Maradona sonríe desde el cielo y Argentina sueña como siempre quiso, con Messi en ese papel de líder y alma de la albiceleste.

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