Leo Messi
Nico Viturro, el fan de Messi que regatea a la leucemia: "El fútbol le dio mucha esperanza"
A sus 13 años, el joven gallego por fin pudo debutar con el infantil C del Boiro tras un año y medio en tratamiento contra la leucemia linfoblástica.
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"No hay palabras para describir lo que se siente. El fútbol fue algo que le dio mucha esperanza. Yo también lo animaba con eso: 'recupérate, que en cuanto puedas lo vas a conseguir, vas a jugar'. Y así fue: lo consiguió, lo conseguimos". Así resume Lara Buig, la madre del joven Nico Viturro, amante del fútbol y diagnosticado con leucemia linfoblástica, lo que han sido casi dos años de tratamiento, visitas al hospital y la espinita de no haber podido disfrutar de un partido con sus amigos en el equipo infantil del Boiro. Un debut que por fin tuvo lugar el pasado 27 de enero.
"Mejor que no marcara, a ver quién aguantaba el ego..."
"Estaba bastante nervioso, pero lo disfruté mucho. Me quedé orgulloso de la actuación que pude hacer y ya tengo ganas de repetir", explica el joven delantero o mediapunta, que saltó al campo cuando restaba media hora e incluso estuvo a punto de poner el broche con un tanto. "Hice una jugada que pensaba que iba a terminar en gol, pero el disparo se desvió y salió rozando el palo", recuerda entusiasmado. "Mejor que no hubiese marcado, porque a ver quién aguantaba ese ego toda la semana", apunta su madre entre risas.
Al finalizar el encuentro, compañeros, rivales y aficionados le brindaron una calurosa ovación. "A los niños les explicamos la enfermedad que tenía Nico, porque la mayoría no lo sabían, y reaccionaron de diez con aplausos, ánimos, gritos de 'Vamos, Nico'. Fue un espectáculo. Nos dieron una lección a todos", reconoce Jorge Valls, entrenador del infantil C de la Escuela de Fútbol de Boiro, que define a su pupilo como un jugador "técnico y habilidoso" y, lo más importante, "un luchador que siempre está con la sonrisa en la boca y un compañero de diez".
Fan de Messi y Aspas
Nico tiene clara su pasión por el fútbol y también sus colores. Barcelona y Celta son sus equipos favoritos y se declara fan "desde los 5 años" de Leo Messi. "Mi ídolo siempre fue Messi, aunque creo que me caracterizo más con el estilo de Neymar", explica después de imitar algún regate. Iago Aspas es otra de sus debilidades y por eso guarda con especial cariño la camiseta firmada que el capitán del Celta le envió mientras estaba en el hospital. Ahora sueña con poder conocerlo algún día en el estadio de Balaídos.
Por el momento, Nico continúa haciendo lo que más le gusta: entrenar junto a sus compañeros a la espera de una nueva oportunidad, eso sí, con cautela. "A pesar de que puede entrenar, no es todos los días ni podrá jugar todos los partidos. Todavía está con tratamiento", aclara su madre, que todavía no olvida cuando le detectaron la leucemia "justo cuando lo íbamos a apuntar a la escuela de fútbol". Nico llevaba un par de años "sintiéndose mal", pero los médicos no veían nada importante "hasta el día que ingresó que ya estaba muy malito. Ese mismo día me dijeron que había un 99% de probabilidades de que fuese leucemia", recuerda Lara.
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Por eso, el debut fue un cúmulo de emociones. "Cuando le vi saltar al campo tuve sensaciones encontradas: la alegría de poder ver que estaba consiguiendo jugar al fútbol y a la vez recordar que justo en esa fecha el año pasado estaba en el hospital. Fue muy emotivo", reconoce. Y desde la grada envía un mensaje a otras familias que estén pasando por una situación complicada. "Les diría que no se rindan. Es un proceso muy duro, se pasa mal y hay baches por el camino, pero todo pasa y se puede salir adelante", remata.
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