Champions League

De Oasis a los Beatles: historia de la conquista del Etihad

El Manchester City quiso ser el Real Madrid, pero le salió mal en el enésimo capítulo de esa remontada interminable que es el conjunto blanco.

Bellingham celebra su gol en el Etihad

Bellingham celebra su gol en el EtihadReuters

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Corría el minuto 85 y el Real Madrid caía 2-1 en el Etihad Stadium. Habían jugado como nunca esta temporada y, como siempre esta temporada, caían ante un equipo grande. El City se había vestido de blanco: fueron peores en todo menos en el marcador. Pero llegaron los minutos finales, el territorio de los milagros; al minuto 93 el resultado era 2-3. El City jugó a ser el Madrid y le salió mal.

El partido había empezado con el 'Stop crying your heart out' de Oasis y terminaba con el 'Hey Jude' de los Beatles. Bellingham, why always him?, puso la música a la remontada. "Este es el camino, ahora empieza la temporada de verdad", avisó Carlo Ancelotti en rueda de prensa. El rey de Europa está de vuelta con los cruces de su competición fetiche, la Champions League.

Ambos equipos, metidos en problemas este año por la acumulación de lesiones, vienen protagonizando en Europa un serial de duelos colosales. Los skyblues, a pesar del dramático desenlace, fueron capaces de ponerle las cosas más que díficiles a un Madrid que perdonó demasiado. Por eso este capítulo fue tan raro y especial para el madridismo; nunca antes había conquistado ese feudo.

El estadio citizen no fue la trampa de otros años, donde solo cabía resistir. La temporada pasada lo consiguieron por penaltis y la anterior cayeron goleados 4-0. Esta vez el Madrid tuvo el balón y las ocasiones y a la séptima fue la vencida para conquistar el Etihad. Los de Carlo Ancelotti pudieron ponerse con ventaja en un gran inicio con tres ocasiones claras consecutivas, pero primero golpeó el Manchester City con gol de Haaland.

En la segunda parte, después de un aviso al larguero del noruego, los blancos despertaron y empataron con un tiro poco ortodoxo de Kylian Mbappé: nunca un remate tan malo fue tan bueno. En los mejores minutos del conjunto merengue, el City, que estaba cuajando una pésima segunda parte, se encontró con un penalti de Ceballos y Haaland puso el 2-1. Sin embargo, Brahim Díaz y Jude Bellingham le dieron la vuelta en menos de 10 minutos para lograr un triunfo vital de cara a la vuelta en el Bernabéu.

Cinco centrales

En una muestra evidente de la cautela con la que ambos equipos encararon el partido, el City saltó muy protegido con cinco centrales en la alineación inicial. Pero esto no evitó un gran inicio de los de Carlo Ancelotti, que disfrutaron de una tormenta naranja gracias a la intensidad en la presión, con hasta tres ocasiones muy claras.

Creando mucho peligro al espacio, Vinícius se quedó solo ante el guardameta, regateó a Ederson y este cometió penalti, pero había fuera de juego previo del '7'. Después, tras un caño espectacular de Vini, este dejó solo a Kylian Mbappé ante el portero, pero el chut cruzado del galo lo atajó bien Ederson. En la siguiente jugada Ferland Mendy, con espacio dentro del área, no supo mandar el balón a la red sin portero.

Tres oportunidades madridistas que se marcharon al limbo, y la falta de contundencia arriba en un escenario así y ante un equipo de esta envergadura pueden acabar pasando factura. El croata Josko Gvardiol habilitó con el pecho dentro del área, tras pase de Grealish, al noruego Erling Haaland, que no marró su volea y, después de varios minutos con el VAR revisando por posible fuera de juego, acabó su mala racha ante los madrileños transformando el 1-0.

Mazazo para un Real Madrid que había arrancado con personalidad y energía. Pudo reengancharse rápido al duelo con un disparo de Vinícius que golpeó el larguero tras una gran jugada individual, pero la efusividad madridista se fue apagando en defensa mientras el City crecía con el paso de los minutos y se iba soltando. Era momento de arrimar el hombro y apretar los dientes para los de Carletto, con ocasiones de Phil Foden, que reemplazó al lesionado Grealish, y un cabezazo de Akanji al larguero.

Vinícius desencadenado

Los merengues acabaron la primera mitad arrinconando al City, pero fueron los ingleses los que tuvieron el 2-0 con un disparo al palo de Haaland, en un primer y serio aviso a los blancos. Pero la posesión y un Vinícius muy superior a su nuevo par, Rico Lewis, permitieron al Real Madrid tener el control. El brasileño encontró la gasolina que necesitaba en esa pancarta que se mofaba de él para acabar erigiéndose en el MVP de la noche.

En esos buenos minutos madridistas llegó el premio del gol en el enésimo intento. Ceballos recogió el rechace de una falta en la frontal y puso un balón medido a Mbappé, quien mandó a la cazuela esférico en semifallo al primer toque. El francés equilibraba las fuerzas cuando mejor estaba el Real Madrid, que siguió con el mismo plan, consciente de que la tragaperras estaba caliente.

El City era un flan y pudo pagar salir goleado, pero Ederson despejó un clarísimo mano a mano ante Bellingham y, un minuto después, el palo evitó el 1-2 de un Mbappé que arrancó en fuera de juego. El equipo británico intentó bajar el ritmo durmiendo la pelota y dejar de recibir golpes ante un Real Madrid más vigoroso, que por momentos descansaba gracias al bloque medio-bajo.

Pero el plan del Real Madrid se desmoronó en los minutos finales cuando Clément Turpin señaló penalti sobre Foden de un Ceballos que se precipitó en una acción defensiva sobre la línea del área. No perdonó Haaland desde los 11 metros para convertir un doblete y poner el 2-1 en una segunda parte en la que apenas había generado.

Minuto 93

Sin embargo, todavía quedaba un capítulo más en la remontada interminable del Real Madrid: los de Ancelotti amarraron el empate gracias a las botas de Brahim Díaz, quien recogió un rechace sin sentido de Ederson a remate de Vini para marcarle a su exequipo. Ya en el 93, ese número mágico, Bellingham remató la faena con el 2-3 en el descuento.

Otra vez lo hizo el Madrid. Otra vez remontó en Europa y fue Jude quien puso la rúbrica; su canción de los Beatles ganó al 'deja de llorar' de los hermanos Gallagher. Veremos quién ríe el último el próximo miércoles en la vuelta del playoff en el Bernabéu.

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