El entrenador de la UD Las Palmas, Paco Jémez, ha asegurado que dispone de "material para sacar adelante" la salvación de su nuevo equipo y que su primer objetivo será mejorar la "situación mental" de su plantilla, colista de la Liga, aclarando que no piensa ser "el detective ni el policía de nadie" y que su intención es "dar a los jugadores las herramientas para hacer las cosas bien dentro y fuera del campo".
"Es un honor y un placer volver a estar aquí. Si la situación del equipo hubiera sido mejor, a lo mejor nos lo habríamos pensado. Siempre me han motivado muchísimo este tipo de retos, sobre todo cuando te dicen que es imposible. Nunca nos ha importado el reto", dijo Jémez en su presentación, añadiendo que tiene "material para sacar esto adelante".
"Para mí, venir aquí más que un reto deportivo es una exigencia personal que me he marcado. Es un buen regalo de Navidad volver a la mejor liga del mundo y a un equipo al que le tengo mucho cariño. Tengo muchas ganas de trabajar, hay que cambiar muchas cosas", dijo, en la apertura de su segunda etapa al frente del club amarillo.
El canario explicó que ya tiene "una idea de las primeras soluciones que se pueden dar al equipo" y que "el principal problema es de confianza, mental, de ver que no hay las herramientas necesarias para ganar partidos". "Eso es frustrante para los buenos jugadores como los que tenemos. Tenemos que admitir que tenemos un problema para buscar la solución", pidió, agregando piensa ser fiel a su "estilo de juego" habitual, basado en el buen trato al balón.
"Todos deberán hacer sacrificios"
"Mientras no seamos capaces de jugar mejor que el contrario difícilmente vamos a ganar. Somos el equipo más goleado y uno de los menos goleadores. Hay muchas cosas que cambiar, el equipo no está ahí por casualidad. Este equipo es capaz de jugar mucho mejor de lo que ha hecho hasta ahora y que eso le valga para ganar partidos porque si no, no vamos a ningún lado", reflexionó.
Tras avisar de que "el tiempo ahoga" porque no tienen "dos meses de pretemporada" para confeccionar el equipo con calma, a Jémez se le preguntó por la vida nocturna de los jugadores y recalcó que "es un tema muy socorrido cuando las cosas van mal".
"No he visto un equipo que vaya mal y que la gente no diga que los futbolistas salen. La situación es tan difícil que no voy a permitir que nada fuera de los terrenos de juego nos la haga más difíciles. En estos momentos hay que demostrarle a la afición que nos importa la situación en la que estamos. Si mañana me pillaran a las 6 de la mañana de copar no demostraría que me importa. No vengo aquí a ser el detective ni el policía de nadie, sino que vengo a darle a los jugadores las herramientas para hacer las cosas bien dentro y fuera del campo", aclaró.
En este sentido, deslizó que "todos" deberán "hacer sacrificios tanto en la vida privada como en la deportiva". "Seguro que no vamos a tener ni un problema y si lo tenemos, lo solucionaremos", avisó, pasando a analizar la situación clasificatoria de Las Palmas.
Queda mucha Liga
"Nos quedan 63 puntos por competir y estamos a cuatro de salir del descenso. No son números que invitan a ser pesimista, todo lo contrario, pero la situación hace que los jugadores no estén en su mejor estado mental. Es muy difícil que este equipo empiece a jugar bien si no está a gusto y empieza a creer en lo que hacemos", dijo.
En cuanto al mercado invernal, el técnico subrayó que "se piden jugadores porque la situación del equipo es límite". "Soy el cuarto entrenador que aparece por aquí. Los jugadores tienen que entender que ya acabó el tiempo en el que solo se le cortaba la cabeza al entrenador. La solución ahora no es echar a 12 y traer a 12, pero ya está bien de que el entrenador siempre sea el despedido. El jugador se tiene que dar cuenta de que también puede perder su puesto de trabajo si las cosas no van bien", solicitó.
Además, Jémez descartó la posible vuelta de Sergio Araujo y alabó a Jonathan Viera, con el que volverá a coincidir. "El cabrón es capaz de levantar a la gente de su asiento. Es un jugador diferentes, no se de dónde ha sacado lo que tiene. Para mí es un lujo tenerlo, pero también tiene que entender que ningún jugador de la plantilla ha demostrado lo buen jugador que es. Su manera de jugar tiene que ser en beneficio del equipo. Si no, no nos vale. Es un jugador mucho más maduro, es capaz de trabar muchísimo más en favor del equipo. Cualquier entrenador de primera división querría tenerle", opinó.
