El Barcelona le pinta la cara al Real Madrid y provoca un cisma en el Bernabéu

El Clásico llegó por fin. El partido entre dos de los mejores equipos del planeta fútbol estaba listo para comenzar entre increíbles medidas de seguridad. La incógnita se encontraba en los onces que iban a sacar tanto Rafa Benítez como Luis Enrique.

Finalmente, Leo Messi no partió de inicio para los culés. En su lugar, entró Sergi Roberto, que está gozando de la confianza de ‘Lucho’ en las últimas fechas. En el Madrid sí que entró James y sí que entró Benzema, las dudas que había en el once madridista.

Antes del inicio del encuentro, ambos equipos guardaron un emotivo minuto de silencio por las víctimas de los atentados de París. Mientras sonaba la Marsellesa, todo el estadio guardaba un tributo junto con los dos equipos, unidos en el centro del campo.

Suárez batió a Keylor

Ya con todo listo, tocaba hablar de fútbol. De los 22 que iban a salir al campo a buscar algo más que tres puntos en un partido que vieron más de 500 millones de personas en todo el planeta.

Se puso el balón en juego y la intención de ambos conjuntos se vio rápidamente. El Barcelona se ajustó muy bien en defensa y el Real Madrid no era capaz de dar tres pases seguidos. Además, los culés se movían muy bien con y sin balón.

Esta superioridad en los primeros minutos se tradujo en el primer gol de partido. Luis Suárez aprovechó un gran pase de Sergi Roberto para abrir la lata. Definió como el enorme ‘9’ que es para batir a Keylor Navas y romper así su récord de 885 minutos sin recibir gol en el Bernabéu.

Baño del Barcelona

El Madrid estaba noqueado, sin conseguir llegar al área contraria. Salvo un centro de Cristiano que atajó Claudio Bravo, los blancos no tuvieron ocasiones claras. El Barcelona tenía el balón, las ocasiones y el dominio.

Incluso sin Messi, el Barça era superior, lo demostró con varias llegadas consecutivas de Sergi Roberto, Neymar y Suárez. Tuvo un contratiempo el Barcelona, que tuvo que cambiar a Mascherano, que se fue lesionado. En su lugar entró Mathieu.

El Madrid tuvo una ocasión con varios contratiempos y con un fallo de Claudio Bravo. El balón estuvo en el área sin dueño hasta que la defensa del Barcelona la despejó. Volvió a tener el balón el Barcelona, el baño estaba siendo de época.

Gritos de "Florentino, dimisión"

El Barcelona no iba a tardar en marcar y lo hizo su estrella en ausencia de Messi. Neymar batió a Keylor Navas fácilmente y puso el 0-2 en el marcador. El Bernabéu enmudecio. Era un partido de niños contra hombres, de nombres contra un equipo hecho y derecho.

Pero no acabó ahí la cosa. Marcelo sacó con la cabeza y bajo palos lo que sería el 0-3 del Barcelona. Neymar entró por banda como Pedro por su casa, batiendo a un Danilo impotente, y Suárez remató. El balón iba a puerta, pero el lateral brasileño la sacó y con eso se acabó la primera parte.

Con el pitido del árbitro, el Bernabéu no tardó en sacar los pañuelos y gritar “Florentino, dimisión”. Mucho tenía que cambiar el partido si el Real Madrid quería sacar algo en claro del Clásico.

Golazo de Andrés Iniesta

En los primeros minutos de la segunda parte, los blancos salieron con otra actitud. Pero les duró poco esta salida y enseguida cogió el balón el Barcelona de nuevo. Tras una gran jugada, llegó la sentencia del encuentro.

Andrés Iniesta recibió un balón en la frontal del área que reventó con todas sus fuerzas y se coló en la escuadra de Keylor Navas. El costarricense, salvador del Madrid en tantos partidos esta temporada, no sabía por dónde le llegaban los jugadores del Barcelona. La defensa le dejó vendido.

Llegaron los cambios, entró Leo Messi tras dos meses de inactividad por Ivan Rakitic, que también jugaba tras una lesión. Entró Isco en el Real Madrid por James, un refresco en el necesitado centro del campo del Real Madrid.

Algo más que tres puntos

La sensación del encuentro es que estaba todo el pescado vendido. El Barcelona había sido infinitamente superior a un Real Madrid desconocido, eclipsado por su propio nombre, pensando que así se ganan partidos y no corriendo por cada balón.

Al partido todavía le quedaba tiempo para un gol más del Barcelona. Luis Suárez recibió a placer en el área de Keylor Navas y definió como quiso. Era el 0-4, un baño histórico al Real Madrid en su propia casa.

Era algo más que tres puntos este Clásico y es la sensación que quedó tras el partido. El proyecto de Florentino Pérez y de Rafa Benítez está más cuestionado que nunca, la pitada del final del partido fue de época.

Los tres puntos se fueron al Camp Nou, que se distancia del Real Madrid en seis puntos. Los blancos pueden dejar incluso de ser segundos en la clasificación si el Atlético de Madrid gana su partido contra el Betis. Un Clásico para el recuerdo para los culés y para el olvido para los merengues.