El Real Madrid prepara la remontada con un plácido triunfo contra el Eibar

Qué mejor para olvidar las penas, o para calmar los nervios, que una goleada tras un mal resultado. El Real Madrid hizo eso para sumar tres puntos y ganar confianza para la vuelta de Champions contra el Wolfsburgo con una victoria fácil y efectiva ante el Eibar. Cuatro a cero en el Santiago Bernabéu para meter presión al Barça, para apretar algo la Liga y para demostrar que sí, que pueden levantar un 2-0 en su feudo aunque los alemanes no sean los armeros.

Con un once plagado de jugadores poco habituales en las alineaciones de Zidane, más Cristiano y Pepe, los madridistas empezaron como sueñan empezar el martes en la Champions. Gol tempranero, obra de James tras una magistral falta, para abrir la lata vasca y comenzar el festín de la primera mitad. Sin demasiado esfuerzo, el Real Madrid tenía el partido encarrilado en una plácida tarde ante una afición ciertamente silenciosa.

Y a los 20 minutos, en el luminoso ya campeaba un 3-0. Primero Lucas Vázquez, que cada vez que sale hace su trabajo a la perfección, y que cada vez que no sale guarda su turno de forma paciente. El chaval anotó una nueva diana en su haber, y cuando aún andaba celebrándolo Cristiano puso el tercero en apenas un par de minutos. La defensa del Eibar, espectadora de lujo ante el festival de eficacia blanco.

Ante eso era cuestión de tiempo que siguieran aumentando la cuenta los pupilos de Zidane. Fue Jesé, que cerró una primera parte en la que Casilla tuvo incluso que realizar una intervención de mérito ante un cabezazo de Jota Peleteiro. La única ocasión de un equipo armero que salió al Bernabeú con Borja Bastón, su hombre gol, en el banquillo. Saltó al césped en la segunda parte, en una segunda parte en la que apenas pasó nada.

Unos 45 minutos de siesta, con una sonora pitada a Danilo en el momento de su entrada al campo, con Cristiano, que jugó de nuevo los 90 minutos, fallando una de esas ocasiones que no suele fallar, y con Borja mandando al larguero un cabezazo que ya cantaba como gol.

Solventado el duelo ante el Eibar, con unos efectivos 45 minutos, el Real Madrid puede poner su cabeza y su físico en la Champions, donde tendrán que remontar un 2-0 contra el Wolfsburgo en el Santiago Bernabéu. Premisa que no será demasiado sencilla sabiendo que frente a ellos hay un equipo alemán.