El Real Madrid se impuso (0-1) al Red Bull Salzburgo austriaco en el penúltimo partido de pretemporada para el equipo de Zinedine Zidane, triunfo que dejó el paso al frente de Eden Hazard, fichaje estrella hasta ahora del cuadro blanco que firmó el mejor partido en su nuevo equipo con un gran gol incluido.
El centrocampista belga dejó atrás el peso del trabajo físico y mostró la calidad y profundidad que se le presupone, como enseña en su selección e hizo en el Chelsea. Hazard no escapaba al runrún que estaba dejando la puesta a punto del Madrid, pero figura y equipo parecen encontrarse a 10 días del estreno liguero.
Después del triunfo la pasada semana ante el Fenerbahçe (5-3), los de Zidane sumaron la segunda victoria de la pretemporada en seis partidos, gracias a una gran primera parte. Sin embargo, con un cambio de sistema hacia un 3-5-2, con la vuelta de Casemiro y el estreno de Militao, el Madrid volvió a regalar mucho en defensa, a pesar de que en el primer tiempo la posesión rondó el 70%, y en la segunda parte casi se dejó llevar.
El 13 veces campeón de Europa funcionó bien con la subida de Carvajal y Marcelo en los laterales. El brasileño se asoció con Hazard y Benzema y el galo tuvo la primera buena ocasión. A los 20 minutos se cambiaron los papeles y el delantero lanzó la carrera de un Hazard que demostró buena punta de velocidad y resistencia, se adentró a la frontal y pegó con rosca para hacer el 1-0.
Minamino estaba siendo de lo mejor en el cuadro austriaco, pero de golpe se convirtió en 'amigo' cuando falló un gol cantado a la media hora. El Madrid comenzó a tirar de la contra, como la del gol, pero Stankovic evitó con un paradón el segundo visitante y de Hazard. La línea de no tener control creció tras el descanso y los blancos dejaron de ser protagonistas con el paso de los minutos.
Benzema dejó una ocasión ya en el minuto 70, pero el Salzburgo apretó en la presión y encerró a su prestigioso rival. Daka se precipitó y perdonó ante Courtois, mientras que Jovic, sustituto de Hazard, tampoco estuvo acertado en la contra. Vinicius apenas tuvo 15 minutos sin repercusión. El quiero y no puedo local no cambió el marcador aunque sí recordó a Zidane que sigue con trabajo pendiente. El domingo contra la Roma, última prueba.