El Mirandés logró frenar a la Real Sociedad en Anoeta y, pese a la victoria del equipo donostiarra, la eliminatoria se va a Anduva completamente abierta. El feudo, hasta ahora inexpugnable de Miranda de Ebro, decidirá qué equipo llega a la final de la Copa del Rey.
El equipo de Imanol Alguacial se impuso por la mínima con los goles de Oyarzabal, desde el punto de penalti, y Odegaard. Matheus logró un tanto que puede ser de oro para un Mirandés que logró su objetivo: llevar la semifinal abierta y viva a Anduva.
La Real Sociedad no tardó en abrir el marcador con un gol de Mikel Oyarzabal de penalti en el minuto 8. Ese gol hacía pressagiar un partido muchísimo más cómodo que lo que luego fue para el equipo local.
El Mirandés no le perdió la cara al duelo y demostró que su idilio con la Copa va más allá de Anduva. El empate de Matheus fue un premio a su valentía, pese a que la igualada a penas duró un par de minutos, el tiempo que tardó Martin Odegaard en volver a batir a Limones.
Eso sí, el portero del Mirandés sostuvo a su equipo y le permitió regresar a Miranda de Ebro con un gran resultado. Todo se decidirá en Anduva. El sueño del Mirandés continúa, el de la Real Sociedad pasa por un campo donde nadie ha logrado sacar nada positivo en esta Copa del Rey.