El diario 'L'Équipe' ilustra este cambio de ambiente con una escena que se ha repetido estos últimos días durante los entrenamientos, en los que se ha visto conversando a Neymar y con el director deportivo, Leonardo. Sus relaciones habían sido tormentosas desde la llegada al club de Leonardo, que reprochó públicamente al delantero brasileño haber vuelto de vacaciones con una semana de retraso sobre el programa previsto.
Pero el ambiente entre el club y el jugador ya estaba muy enrarecido desde que el presidente, Nasser al-Khelaïfi, en una entrevista publicada el 18 de junio, dijera que quería jugadores que se entregaran por la camiseta y que a Neymar nadie le había obligado a firmar con París, sino que había acudido con perfecto conocimiento del proyecto.
Esa tensión pasó a las gradas, como quedó en evidencia hace dos semanas en el primer partido de liga en el Parque de los Príncipes contra el Niza, cuando una parte de la hinchada -la más radical- desplegó pancartas contra el delantero brasileño y le insultó repetidamente.
Las dos partes quieren dejar atrás todo eso. Neymar ya se entrena desde hace unos días con el resto del grupo, algo que no ocurría antes, oficialmente para poder desarrollar su propio programa de la lesión que tuvo con la selección brasileña a comienzos de junio. "Ya no hay guerra, los intercambios son abiertos", explica una fuente interna a "L'Équipe".
Eso no quita para que Neymar siga queriendo irse del PSG. Pero es consciente de que ya queda poco más de una semana para el fin del mercado el 2 de septiembre, y que no ha habido ninguna propuesta que se acerque a las expectativas del que es, al menos por ahora, su club. Según "Le Parisien", el jugador presiona al Barcelona para ponerse en línea con las demandas del PSG y el presidente del club catalán, Josep Bartomeu, ha prometido replantear una propuesta que, como las de las últimas semanas, incluiría jugadores además de dinero.
Uno de los rumores que corren, a ese respecto, sería que Neymar podría jugar con el Barça a préstamo durante una temporada, al cabo de la cual el equipo catalán tendría una opción de compra por 170 millones de euros. Y esa operación iría asociada a otro préstamo del Barcelona al PSG del internacional francés Ousmane Dembélé.
En ese billar a tres bandas el Real Madrid aparece también interesado por el fichaje del astro brasileño, una hipótesis que su entrenador, Zinedine Zidane, no ha querido descartar. La persistente incertidumbre debería dejar una vez más a Neymar fuera de la convocatoria del tercer partido de liga del PSG este domingo en Toulouse. Su entrenador, Thomas Tuchel, despejará las dudas este sábado a primera hora de la tarde.