El Manchester City no jugará, a no ser que prospera su futuro recurso a la sanción de la UEFA, en Europa las dos próxima temporadas. El máximo organismo del fútbol europeo le ha impuesto una dura sanción por "cometer graves infracciones" en las regulaciones de licencias de la UEFA y en los límites financieros.
La sanción, que será recurrida por el City, ha sido acogida con decepción por el club de Manchester, que ha asegurado que no le sorprende.
"El club siempre ha anhelado la necesidad principal de buscar un organismo y un proceso independientes para tratar de forma imparcial el cuerpo completo de evidencias irrefutables como soporte de su posición", explica el City.
"En diciembre de 2018, el Investigador Jefe de la UEFA anticipó públicamente el resultado y la sanción que pretendía imponer sobre el Manchester City, incluso antes de comenzar cualquier tipo de investigación. El consiguiente proceso, defectuoso y constantemente filtrado por parte de la UEFA, que él mismo supervisó dejaba pocas dudas acerca de cual sería el desenlace final. El Club remitió una queja formal ante el organismo disciplinario de la UEFA, una queja que fue validada por un fallo del TAS", explica el City a través de un comunicado.
Por último, el Manchester City asegura que ha sido un "caso iniciado por la UEFA, procesado por la UEFA y juzgado por la UEFA".
"Con este proceso discriminatorio ahora finalizado, el Club tratará de conseguir un juicio imparcial con la máxima celeridad posible y, por lo tanto, en primera instancia iniciará diligencias ante el Tribunal de Arbitraje Deportivo lo antes posible", apunta el City.