Cuatro minutos. Ese es el tiempo que necesitó Rodrygo para dejar su tarjeta de presentación en la Champions. Embolsó un centro pasado al segundo palo, dejó a su defensor por los suelos con un toque sutil y definió como un veterano.
No hubo tiempo para degustar el gol. Tres minutos después el brasileño cazaba de cabeza un servicio de Marcelo para hacer el segundo. El brasileño firmaba el doblete más rápido de un madridista en la historia de la Champions. Palabras mayores.
El Bernabéu ya era un fiesta entregado a un jugador que va para estrella mundial. El partido duró esos siete minutos, tiempo suficiente para que Rodrygo dejara el choque entre Real Madrid y Galatasaray visto para sentencia.
Sergio Ramos se unió a la fiesta al transformar un penalti, pitado por el VAR, a lo 'panenka'. La primera parte finalizó con el cuarto gol. Un robo de Rodrygo, una carrera hacia línea de fondo y un balón con lazo para que Benzema se estrenara en el partido. El único lunar de los primeros 45 minutos fue la lesión de Marcelo.
La segunda parte fue ya un mero paseo para el Real Madrid. Zidane dio descanso a Casemiro y metió a Modric. También Isco pudo gozar de sus primeros minutos en Champions. Benzema redondeó la noche con el quinto gol tras una buena acción de Carvajal a la espalda de la defensa. Y Rodrygo cerró el partido como lo comenzó. Desmarque en carrera y sutil toque ante Muslera para redondear su histórica actuación y la goleada (6-0) ante el Galatasaray.