Fútbol
Roque Naveiro, el árbitro de 10 años que ya pita a niños de 8
El joven gallego es un amante del fútbol desde los 3 años. Su padre y su hermana mayor son árbitros y a él un día le picó la curiosidad.
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Roque Naveiro es un niño de 10 años que tiene un gran amor, el fútbol: "Es un deporte que me apasiona mucho". Con tan solo 3 años empezó a jugar al fútbol sala y pronto dio el salto del parqué al césped natural.
Su familia también es futbolera, de hecho, tanto su padre como su hermana mayor son árbitros. Él, es colegiado principal mientras que su hija mayor es asistente. De tanto verles arbitrar, un día cuando Roque tenía 9 años, decidió probar: "Les vi arbitrar, me motivé y me animé a arbitrar".
Con un futuro muy prometedor
Una vez pasadas las pruebas teóricas y físicas correspondientes, que son las mismas que cualquier colegiado, comenzó siendo asistente. Poco a poco fue subiendo de categorías hasta llegar a arbitrar en categoría juvenil (16-18 años).
Los formadores, al ver su nivel, decidieron su ascenso para que pudiera convertirse en árbitro principal de fútbol 8. Pese a su corta edad y experiencia, el pequeño se desenvuelve como si de un veterano se tratase: "Parece que lleva 20 años arbitrando", confiesa Eduardo Morais, su padre.
Su arbitraje contenta a todos: "Me gusta como arbitra"
Roque tiene muy claro cómo tiene que actuar sobre el terreno de juego: "Hay que mantener la calma y hablar siempre con mucha educación". Esos son sus principios y los sigue a rajatabla, eso le sirve para lograr algo que parece imposible: contentar a ambos equipos. "Arbitra muy bien" o "Me gusta como arbitra", declaran algunos de los futbolistas de un partido arbitrado por él.
No tiene ninguna duda de lo que prefiere
Con tan solo 10 años, Roque Naveiro ya se ha labrado un nombre en el mundo del arbitraje español. Pero pese a su gran potencial como colegiado, lo tiene claro: "Me gusta más jugar al fútbol. Quiero llegar a primera división". No sabemos si lo conseguirá, y si lo hace si será como árbitro o como futbolista, pero ojalá Roque pueda cumplir su sueño.
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