El Sevilla empata ante el Deportivo y casi se despide de los puestos Champions

Sevilla y Deportivo empataron 1-1 en el Sánchez Pizjuán en un partido sin intensidad ni ritmo, que supuso el tercer pinchazo seguido en casa en la Liga -dos derrotas y esta igualada- de los sevillistas, que se alejan de los puestos quinto y sexto, mientras que los gallegos dan otro paso hacia la permanencia.

Los andaluces, con muchos cambios y que acusaron en la segunda parte su gran esfuerzo del jueves en los cuartos de la Liga Europa, abrieron el marcador a los 21 minutos por medio de Vicente Iborra, pero no remataron la faena y se vinieron abajo, lo que propició que los coruñeses se merecieran igualar y lo logran a nueve minutos del final, al aprovechar Oriol Riera un servicio de Lucas Pérez.

Ambos equipos buscaban ganar por objetivos dispares: el Sevilla, después de enlazar tres derrotas ligueras, en su lucha por una plaza europea tras pasar el jueves por penaltis a semifinales de la Liga Europa pese a perder 1-2 con el Athletic; y los coruñeses, tras un solo triunfo en dieciséis partidos de liga, para atar la salvación.

Con muchas bajas en los andaluces, como los franceses Tremoulinas y Gameiro por lesión, y otros por el desgaste físico del jueves como el lateral brasileño Mariano y los mediocampistas Vitolo, el polaco Krychowiak y el danés Krohn-Dehli, Unai Emery dejó en el banquillo a los galos Rami y N'Zonzi, indiscutibles en la zaga y el medio campo.

El Depor no pudo contar por lesión con el meta argentino Lux y a última hora con su compatriota Fede Cartabia; por sanción con el exsevillista Arribas; y por decisión técnica con Juan Domínguez y el uruguayo Jonathan Rodríguez, con lo que el técnico Víctor Sánchez del Amo apostó por el marroquí Fayçal Fajr y el luso Luisinho en los extremos, Luis Alberto -formado en el Sevilla- y Lucas Pérez arriba.

El choque comenzó aburrido y sin intensidad, con los coruñeses agazapados y sin aprovechar el cansancio físico del rival tras el gran esfuerzo hecho en el torneo europeo, además de sin profundidad alguna, lo que facilitó el control y la superioridad de los pupilos de Emery, que fueron los que llevaron el peso del encuentro.

Con el uruguayo Cristóforo y el argentino Éver Banega, que volvía tras su sanción en la Liga Europa, en el medio campo y Reyes y el ucraniano Konoplyanka en las bandas, el Sevilla explotó la altura arriba de Iborra y Fernando Llorente para crear problemas al Depor.

Tras sucesivos intentos con incursiones por las bandas y centros en los que no atinó Llorente, en el ecuador del primer tiempo llegó un 1-0 que se veía venir por la inocencia e indolencia deportivista, muy endeble en defensa, al marcar a los 21 minutos Vicente Iborra, de cabeza, tras una dejada con la testa del 'gigante' riojano.

El Sevilla pudo ampliar su renta en una triangulación de Reyes, Iborra y Llorente, pero el disparo de éste se fue fuera, y en un córner al que las dos 'torres' sevillistas no llegaron de cabeza, ante un timorato Deportivo, sin agresividad ninguna y cuyo primer remate, pasada la media hora, fue de Fayçal, su hombre más incisivo.

Tras el descanso, Víctor dio entrada a Cani por Luisinho, luego al delantero Oriol Riera por Luis Alberto, que se fue lesionado, y a un cuarto de hora del final al argentino Jonás Gutiérrez por el exsevillista Fernando Navarro en busca de más verticalidad. El conjunto gallego se entonó, tomó el mando del partido y llegó más a la meta local, como en una falta que lanzó Fayçal Fajr y paró Sergio Rico a los 5 minutos.

El Deportivo empezó a rozar el empate, como mediada esta mitad en un gran tiro de Lucas Pérez que atajó el portero sevillista y a trece del final en un centro que tocó Oriol Riera, muy activo, que despejó mal el meta y salvó Escudero.

El Sevilla, que refrescó a su equipo con Juan Muñoz, el extremo del filial Curro y el francés N'Zonzi por Llorente, Reyes e Iborra, también replicó, sobre todo en salidas rápidas, y tuvo varias opciones para hacer el 2-0 con un cabezazo de Llorente desviado o una falta que Konoplyanka mandó al lateral de la red.

Pero le faltó intensidad y se dejó ir, lo que aprovechó el Depor para empatar a nueve del final al enganchar Oriol Riera, desde la derecha, un gran centro de Lucas Pérez ante la desidia y la desgana del cuadro andaluz, que sufrió un duro revés en su pugna por Europa.