José Antonio Reyes fallecía el pasado sábado 1 de junio a los 35 años de edad en un accidente de tráfico mientras conducía su propio coche. Un vehículo en el que también viajaban dos de sus primos pequeños: Jonathan Reyes (23), fallecido en el acto, y Juan Manuel Calderón (22) quien ha sido recientemente operado de urgencia y sigue recuperándose en el Hospital Virgen del Rocío de Sevilla.
Diferentes versiones
Un peritaje privado señala que la velocidad a la que José Antonio Reyes circulaba no era tan elevada: la conclusión de esta perito judicial es que el coche del exjugador sufrió su accidente yendo a una velocidad entre 111 km/h y 128 km/h en una vía en la que no superaba en mucho el límite.
La imagen ilustra a los profanos en lo que ocurrió aquel día. La rueda trasera derecha sufre algún tipo de anomalía en su funcionamiento: "nadie puede saber si sufrió un reventón debido al lamentable estado en que quedó el vehículo", manifestó el experto.
"Las marcas que quedan sobre el asfalto hacen pensar a estos peritos que ese vehículo sufre una anomalía en la rueda trasera derecha, lo que obliga a Reyes a maniobrar y a realizar un sobreviraje: el coche deja de obeceder a las ruedas direccionales, las delanteras. Entra en la gravilla, choca y termina ardiendo". afirmó el perito.
En el recorrido desde las instalaciones del Extremadura hasta su destino en Utrera hay ocho radares y la Guardia Civil está investigando si saltó el flash en alguno de ellos. Han calculado la velocidad media y el vehículo de Reyes circularía por encima de los 150 km/h.
Los nuevos datos proporcionados por el perito Francisco Galadi podrían arrojar nuevos puntos esclarecedores al accidente mortal. El experto cuenta que "las deformaciones en la carrocería no eran para morir en el acto" y apunta al incendio como causa de la muerte.
El único superviviente del accidente en el que perdieron la vida el futbolista José Antonio Reyes y uno de sus primos recuerda que iban a gran velocidad y vio el coche "volar".
Es lo que ha declarado a la Guardia Civil, aunque no recuerda qué pasó justo antes de que el futbolista perdiera el control del vehículo. La investigación del accidente continúa abierta.
Un coche potente
Tal y como ha asegurado el periodista Alfonso Egea, el Mercedes Brabus S550 que conducía el jugador había sido modificado por una empresa alemana que le hacía alcanzar los 550 caballos de potencia. "Ese coche podía pasar de 0 a 100 en 4,2 segundos", señaló el periodista.
Los padres fueron testigos
Según pudo saber Nacho Abad, compañero de Espejo Público, los padres de José Antonio Reyes volvían por esa carretera de hacer unas compras en Sevilla y se encontraron con los Bomberos intentando sofocar el incendio. Los progenitores reconocieron el vehículo de su hijo y fueron testigos de la terrible escena. La madre del futbolista fue ingresada debido a un ataque de ansiedad.