No fue bonito, no fue arrollador, pero fue efectivo. Pochettino reinventó al Tottenham y mandó a la lona al Borussia Dortmund (3-0), con goles del coreano Heung-Min Son, del belga Jan Vertonghen y del español Fernando Llorente, que encarrilaron a su favor la eliminatoria de octavos de final de la Liga de Campeones.
Un tanto del surcoreano en mitad de un encuentro aburrido y pálido abrió las puertas del cruce a los londinenses; el de Jan Vertonghen casi al final del choque amplió la ventaja; y un remate de cabeza de Llorente a continuación deja al Tottenham con un pie en los cuartos de final de la máxima competición continental. Las bajas trastocaron los planes de ambos equipos.
Pochettino, sin la referencia arriba de Harry Kane, prescindió de la figura del 'nueve', priorizó no recibir goles y posicionó una defensa de cinco defensas para ahogar al Dortmund. Ni siquiera el argumento de Fernando Llorente, titular los últimos partidos, encandiló al argentino y le dejó en el banquillo hasta los últimos diez minutos en favor de Heung-min Son como falso ariete.
Lucien Favre tampoco lo tuvo fácil. En su alineación no aparecían lo nombres de Marco Reus y Paco Alcácer, ambos fuera por lesión, lo que le obligó a jugar con Mario Götze como máxima referencia arriba. Ambos estaba fuera de su zona de confort y lo pagaron con una primera parte espesa como el chocolate, únicamente endulzada por el placer de ver cabalgar con la pelota al joven Jadon Sancho y animar al pequeño muro amarillo desplazado a las gradas de Wembley.
Y es que sin la entonada e infatigable afición alemana, el parido hubiera sido lo más parecido posible a un amistoso de pretemporada, soso, sin ritmo y sin apenas profundidad. Un remate de cabeza de Dan-Azek Zagadou, salvado milagrosamente por Hugo Lloris sobre la línea, echó el broche a una primera parte para el olvido y que presionó a un cambio a Pochettino.
Pero el argentino se mantuvo firme, confió en su idea y Son, nada más salir del descanso, cuando aún muchos aficionados se encontraban en los baños de Wembley, adelantó a los 'Spurs'. Achraf se adornó, intentó sacar el balón tirando un caño y se lo entregó al rival en tres cuartos de cancha.
El Tottenham se lanzó al cuello. Jan Vertonghen puso un centro milimétrico que sobrevoló a Zagadou y Son hizo olvidar la anodina primera parte acomodando el balón con el interior a las mallas. De repente, Pochettino estaba sacando adelante un partido que minutos atrás parecía condenado al ostracismo. Noqueado por el gol, el Dortmund perdió su mejor arma, la capacidad combinativa y se secó en ataque, necesitado de una revolución inexistente en el banquillo.
Apagado Christian Pulisic, flamante fichaje del Chelsea para la próxima temporada, intermitente Mario Götze e intrascendente Axel Witsel. Tres pilares venidos abajo que agudizaron el desarme de un Dortmund más concentrado en las gradas que en el campo.
Un equipo que no hizo justicia al fuego desplegado en las tribunas y que tendrá que acudir al Signal Iduna Park, a su muro amarillo para remontar una eliminatoria que se le puso muy de cara a Pochettino gracias a que Son justifica casi cualquier decisión.
Dando prácticamente ambos equipos por bueno el empate, el Tottenham castigó la inexperiencia del Dortmund. Primero fue Vertonghen, rematando solo en el segundo palo un gran envío de Serge Aurier, y más tarde el recién incorporado Llorente, que cabeceó desde dentro del área pequeña un saque de esquina de Christian Eriksen.
Sin un partido brillante, el Tottenham, de la mano del planteamiento de Pochettino, rajó entero al Dortmund y extrajo todo lo que pudo de un encuentro que no pareció de 3-0, pero que sí lo fue. Cosas del fútbol, planteamientos de Pochettino.