La violencia en el fútbol surge como un mal congénito que no parece tener cura. Este problema existe en muchos estadios del mundo, en este caso en la primera división colombiana.
Mientras se disputaba un partido entre el Bucaramanga y el Envigado, se produjo una pelea multitudinaria entre un grupo de aficionados y la Policía.
En el enfrentamiento falleció un hincha al caer por el vacío de las tribunas del estadio y diez policías resultaron heridos.