El Valencia certificó su clasificación para los octavos de final de la Copa del Rey tras ganar por 2-1 al Leganés y hacer bueno el 1-3 de la ida, en un partido en el que fue de más a menos y en el que no despejó las serias dudas que el equipo genera esta temporada. Los valencianistas, aunque no terminaron de convencer con su juego a la afición, sumaron de esta forma su quinta victoria de la temporada, tres de las cuales han logrado ante el Leganés.
A pesar de tener la eliminatoria muy encarrilada, el Valencia saltó con ganas de dejar una buena imagen ante la escasa afición que se dio cita en las gradas de Mestalla, después de diez sin jugar y tras todo los temas extradeportivos acontecidos en este tiempo. Apenas habían transcurrido diez minutos y Rodrigo ya había estrellados dos balones en el poste y marrado un clarísima ocasión de gol.
El Valencia cerró el año con una victoria
El delantero hispano-brasileño se mostró muy activo en la primera mitad, bien secundado por el resto del equipo, que mostró una gran intensidad en los cruces y dominó con autoridad a un Leganés, cuya defensa de cinco jugadores tenía muchos problemas para defender a los rápidos puntas valencianistas.
A pesar de no acertar en las claras ocasiones iniciales, el Valencia no se vino abajo y continuó buscando el área del Leganés con Rodrigo de nuevo como protagonista. Primero cabeceó picado y obligó a lucirse a Herrerín y, a diez minutos del descanso, por fin obtuvo su premio, tras aprovechar un pase entre líneas de Medrán para subir el 1-0 al marcador.
El Leganés dispuso de alguna contra en buena disposición para hacer daño al Valencia, pero estuvo muy blando en los metros finales y apenas inquietó a Domenech. Nada más reanudarse el encuentro, el Leganés logró la igualad tras una gran acción personal del venezolano Machis, que tras deshacerse de varios contrarios y aprovechar un mal rechace defensivo disparó a puerta y pese a la buena intervención de Domenech, se hizo con el rechace para anotar el gol.
El Leganés luchó hasta el final
La jugada era la primera ocasión clara del Leganés del partido y mostraba a las claras uno de los males endémicos del Valencia esta temporada, su fragilidad defensiva. El conjunto local perdió la verticalidad en su juego y el Leganés, aunque no creó apenas peligro equilibro el partido y por momentos ofreció buenas combinaciones con posesiones largas que provocaron el malestar de la grada que veía como su equipo había ido claramente de más a menos en el partido.
De hecho, el Leganés buscó en el tramo final un gol que le hiciera soñar con la prórroga y de la mano de un Machis muy inspirado puso en algún aprieto a la zaga valencianista. Sin embargo, fue el Valencia el que vio puerta en los últimos compases del encuentro, tras un gran acción personal del canterano Carlos Soler, cuyo disparo rechazó Herrerín pero Rodrigo, que seguía la jugada, aprovechó el despeje para anotar el gol del triunfo.
