El Sevilla logró la décima edición del Trofeo Antonio Puerta al superar (2-0) al Schalke 04 alemán en un partido que estuvo rodeado de muchas emociones y recuerdos en memoria del malogrado futbolista, fallecido en 2007, que de fútbol sobre el césped del estadio Ramón Sánchez Pizjuán.
Posiblemente esta edición del torneo haya sido hasta ahora la más emotiva de todas, pues visitó el estadio de Nervión el rival al que eliminó en este mismo escenario en la semifinales de la Copa de la UEFA 2005-06 y que fue preludio de los grandes éxitos del Sevilla desde entonces.
Fue un jueves 26 de abril de 2006, en plena Feria de Abril, la vuelta de esa semifinal que se afrontaba con el 0-0 con el que acabó la ida disputada en Gelsenkirchen. Puerta salió al terreno en el minuto 77 en sustitución del brasileño Adriano Correia y el partido se prolongó hasta la prórroga con el 0-0 inicial, pero en el minuto cien el sevillano se sacó un zurdazo con parábola imposible para el meta alemán Frank Rost, lo que llevó el delirio a las abarrotadas gradas.
El Sevilla accedió a una final cerca de sesenta años después, la primera europea de su ya centenaria historia, y la ganó en el estadio del PSV Eindhoven holandés al Middlesbrough inglés (4-0), lo que fue un inicio de grandes éxitos del club, que acumula ahora, entre otros, cinco títulos de la segunda competición continental.
El Trofeo Antonio Puerta inició su camino en 2008, al año del fallecimiento con 22 años del internacional español tres días después de que el 25 de agosto de 2007, en un partido de la primera jornada de Liga ante el Getafe, se desplomara en el minuto 28 sobre el césped del Sánchez Pizjuán debido a un paro cardiorrespiratorio.