El exfutbolista Michael Robinson tiene un cáncer, un melanoma con metástasis para el que ya recibe terapia: "Las peores noticias que una persona puede recibir. Lo viví muy de cerca con mi amigo Severiano Ballesteros. Yo me imaginaba: si eso me pasa a mí me pego un tiro".
Michael ha contado en Espejo Público cómo recibió la noticia: "Pensaba que era una pesadilla, pensaba que era una pesadilla. Estaba anestesiado un par de días. Me dijeron que no tenía cura, pero que sí se podía controlar. La compañía privada no cubría el tratamiento, que costaba 14.000 euros al mes".
Sin embargo, después acudió al especialista Emiliano Calvo de HM Ciocc, quien le dio nuevas esperanzas: "Mi médico me dijo que hay un 37% de posibilidades de curarme", ha contado Michael Susanna Griso.
"Yo descubrí un bulto en mi axila en agosto, que iba creciendo día a día, y me encontraba en plena forma. En muy pocas épocas de mi vida me he encontrado tan bien como ahora. Me siento un poco fraude", reflexiona.
Ya se está sometiendo al tratamiento de inmunoterapia. "Ya me he sometido a dos sesiones de quimioterapia y no he sufrido efectos secundarios. Estoy aprendiendo mucho de mí".
"No tengo miedo alguno a la muerte. Lo que sí me produce una enorme tristeza es despedirme de mi familia antes de que haya terminado el partido. Aunque creo que soy el tipo con más suerte que conozco", asevera el exfutbolista.
Agradecido por los apoyos
El comentarista deportivo es optimista: "No me pasa por la cabeza que yo vaya a morir. Igual dentro de poco podría encontrarme peor, pero lo dudo. No creo que lo vaya a pasar mucho peor. La inmunoterapia no me está haciendo sentir mal".
"Me gustaría vivir al lado del mar. He decidido vivir como yo quiero", dice sobre su futuro inmediato.
Agradecido por los apoyos recibidos: "He recibido un montón de cariño y me gustaría dar las gracias a la gente por sus mensajes. Estoy muy agradecido, hay mensajes que me han hecho llorar de emoción".